Los trastornos del neurodesarrollo son un conjunto de afecciones que perjudican la evolución del cerebro y del sistema nervioso central. Aunque estos trastornos se diagnostican con mayor frecuencia en la infancia, pueden persistir hasta la edad adulta y afectar significativamente la calidad de vida de quienes los padecen; en este contexto, cada vez son más relevantes las alternativas terapéuticas que permiten abordarlos desde diferentes enfoques y perspectivas.
Por ello, estas patologías se han convertido en un importante referente en las neurociencias y, en particular, todos los profesionales de las ciencias de la salud dedicados a la infancia muestran un gran interés hacia ellos; primero, por su elevada prevalencia, que se pone en evidencia porque uno de cada 20 niños presenta un trastorno por déficit de atención e hiperactividad y uno de cada 80 un trastorno del espectro autista; segundo, por lo atractivo que resulta la complejidad del cerebro humano y el conocimiento que se va teniendo del mismo; y, en tercer lugar, por las posibilidades terapéuticas que se logran con el diagnóstico y la atención temprana de estas entidades nosológicas.
Para conocer más de este tema, en la cuarta sesión de @DifundeconsCIENCIA, foro de discusión, difusión y debate académico sobre temas de salud mental, transmitido por YouTube, organizado y moderado por la doctora Ingrid Vargas Huicochea, Coordinadora de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM, se contó con la participación del doctor Francisco de la Peña Olvera, médico psiquiatra subespecialista en Psiquiatría infantil y de la adolescencia, Jefe de la Unidad de Fomento a la Investigación en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” y autor del libro Tratamientos coadyuvantes para los trastornos del neurodesarrollo, quien habló sobre las generalidades de estos trastornos, las nuevas perspectivas en su tratamiento, la importancia del enfoque multidisciplinario y la necesidad de promover la investigación en esta área para continuar mejorando los tratamientos y la calidad de vida de las personas que padecen estas patologías.
“El 80 por ciento del cambio depende de tener un estilo de vida saludable, y eso incluye dormir bien, comer bien y hacer ejercicio todos los días, si se mantiene eso es muy probable que cualquier problema de salud mental sea menor; también existen otras alternativas como la terapia ocupacional, la terapia de integración sensorial, la terapia cognitivo conductual (TCC), las terapias basadas en la música y el arte, el mindfulness, la terapia asistida con animales, entre muchas otras, que pueden ayudar a las personas a expresar sus emociones y mejorar su capacidad de comunicación”, indicó el especialista.
En la mesa de discusión también participaron las doctoras Ana Carolina Rodríguez Machain, Silvia Aracely Tafoya y Claudia Díaz Olavarrieta, investigadoras del DPSM.
Vicky Enrimar