“La discriminación hacia las personas gordas está tan normalizada que rara vez se habla de ella”, comentó Aranzazú Belmont Flores, colaboradora de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM, en la conferencia “Gordofobia. La discriminación y violencia de la que casi no se habla”, realizada como parte de las actividades de la FELSalud 2024.
Durante la actividad organizada por la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana de la Facultad de Medicina y realizada en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”, la ponente inició con la definición de los roles de género, que son aquellas normas y comportamientos que una sociedad atribuye a las personas en función de su género, es decir, si son percibidas como hombres o mujeres. “Estas normas dictan cómo se espera que las personas actúen, se vistan, se expresen y participen en diferentes aspectos de la vida, como la familia, el trabajo y la vida social”, aseguró.
En ese sentido, Aranzazú Belmont comentó que los roles de género han marcado la pauta de la discriminación desde hace mucho tiempo. “Desde siempre se ha creído que la mujer está solamente asociada a la sensibilidad, reproducción, belleza, crianza y cuidados, mientras que a los hombres se les ha percibido con ser más racionales, proveedores económicos, con liderazgo, fuerza y dureza”, puntualizó.
Este panorama previo de la discriminación a partir de los roles de género es fundamental comprenderlo, debido a que es a partir de ese punto que surge la “gordofobia”. Cuando una persona no se apega a las normas dictadas por la sociedad, se puede generar discriminación y violencia, como la gordofobia, que es el odio, rechazo y violencias que sufren las personas gordas por el hecho de ser gordas, expuso.
Este problema cobra una relevancia mayor en mujeres debido a la mayor creación de estereotipos de belleza. “Cuando sale una mujer en televisión, revistas o algún medio, normalmente es delgada, de piel blanca, sin vello corporal, sin arrugas y bella desde el punto de vista de la mayoría de la población”, destacó. Sin embargo, esta percepción afecta a las personas gordas en los ámbitos educativo, laboral, deportivo y social.
Finalmente, la ponente invitó a la audiencia a reflexionar acerca del impacto negativo que genera la gordofobia.
Por Fernando Jacinto