Tania Jocelyn Cruz Rodríguez y Ana Mitzi Reyna Gutiérrez, médicas pasantes de la Facultad de Medicina de la UNAM, realizan su Servicio Social en un entorno único: la Unidad de Resonancia Magnética del Instituto de Neurobiología de la UNAM, campus Juriquilla. Esta experiencia, ofrecida a través de la modalidad de Programa Universitario, les ha permitido sumergirse en el fascinante campo de la neurociencia y ampliar sus conocimientos en una de las áreas más complejas y dinámicas de la Medicina.

Sobre qué las motivó a elegir esta sede para realizar su Servicio Social, coincidieron en que el deseo de profundizar en la Neurología fue un factor clave. Además, la oportunidad de trabajar en una unidad de diagnóstico por imagen de alta tecnología ofrecía un desafío único, combinando su formación clínica con la posibilidad de aplicar conocimientos de manera práctica en un ambiente científico.

“Es un ambiente muy agradable, tanto por el personal como por las actividades que realizamos y que nos ayudan a adquirir mayor conocimiento. La verdad me gusta mucho el tener este primer contacto con las personas, siento que en esta área de especialidad es muy importante para los radiólogos”, comentó Ana Mitzi.

Desde su llegada, han tenido la oportunidad de colaborar con expertos en diversas áreas de la Neurología, interactuar con investigadores y familiarizarse con las tecnologías avanzadas de diagnóstico por imágenes que se utilizan en la Unidad.

“Aquí hacen diferentes estudios en cuanto a regiones del cuerpo, por ejemplo, a nivel de cráneo hay pacientes que acuden por epilepsia, algún evento cerebrovascular o un proceso oncológico. Nosotras realizamos un interrogatorio para conocer sus antecedentes y conocer más a detalle en donde debemos enfocarnos, se lo pasamos a los médicos residentes y, de acuerdo con las especificaciones, les brindan un estudio de calidad y adecuado a lo que tienen”, explicó Tania Jocelyn.

Durante su estancia, las médicas pasantes han participado en estudios relacionados con el diagnóstico de trastornos neurológicos a través de resonancias magnéticas. Este tipo de estudios es crucial para la identificación de anomalías en el cerebro y la médula espinal, permitiendo a los médicos diagnosticar enfermedades de manera más precisa. La experiencia ha sido reveladora para ambas, ya que les ha permitido adquirir conocimientos técnicos en el manejo de esta tecnología, así como en la interpretación de las imágenes obtenidas.

Los resonadores con alta resolución nos ayudan a visualizar mejor las estructuras que no se pueden observar en otros estudios como radiografía o tomografía, además de que no usan radiación, está muy bien que hasta pacientes embarazadas puedan venir y hacerse el estudio sin ningún problema”, agregó Ana Mitzi.

Para las médicas pasantes, la formación práctica es un complemento esencial a la educación teórica recibida en la Facultad de Medicina. Su experiencia en el Instituto de Neurobiología les ha permitido enfrentar situaciones reales que no se pueden aprender únicamente en las aulas. Esta combinación de teoría y práctica, aseguran, es fundamental para el desarrollo de competencias clínicas.

Por último, ambas estudiantes brindan un valioso consejo para quienes buscan realizar su Servicio Social en unidades similares, haciendo hincapié en lo esencial que es mantener una actitud activa y buscar siempre nuevas oportunidades de aprendizaje. Recomiendan involucrarse en actividades extracurriculares que fortalezcan tanto su perfil académico como personal, lo que les permitirá sobresalir al momento de competir por futuras oportunidades y ser candidatos fuertes frente a otros aspirantes.

Diego García