“Para mí el canto es una forma de transformar el mundo interior en sonido, de convertir mis sentimientos en melodías y los silencios en armonía. Un puente invisible entre almas, una forma de decir lo que de otro modo quedaría atrapado en el corazón. Cantar es poder narrar historias que no siempre son propias, pero que en la voz siempre encuentran un hogar. Es un refugio después de un día difícil, un alivio en la tormenta y una celebración en los momentos de alegría”, expresó Martín Emilio Pacheco Rosales, estudiante de la Licenciatura de Médico Cirujano y quien forma parte del grupo “La Tropa Cósmica”.

“Desde que tengo memoria, la música ha sido parte de mi vida. Crecí en un hogar donde cada actividad cotidiana tenía su propia banda sonora: El trabajo, las tareas del hogar, los viajes por carretera o los momentos de descanso. Pero también la música que sonaba en mi casa no era la que comúnmente se suele escuchar por las calles de la Ciudad de México: La trova. Hay un artista con el que logré conectar de manera especial, y ese es Manuel García, él es un cantautor chileno que ha sabido entrelazar la trova, el folk y el rock con letras que parecen poemas musicados y quien ha sido una puerta a la música y la poesía. ‘La Tropa Cósmica’ es un espacio donde la música no sólo la compartimos, sino que también nos une como una gran familia, quiero aprovechar este espacio para enviar un cálido saludo y un enorme abrazo a todas y todos los que forman parte de ella”.
Lo que comenzó como una curiosidad para Martín a los 11 años, se convirtió en un refugio: “La guitarra no sólo es un instrumento para mí, sino que es un puente entre generaciones, un lazo con mi abuelo; recuerdo que de niño lo visitaba y siempre encontraba su guitarra descansando en el sillón, muchas veces lo vi tocar y cantar con un sentimiento tan profundo y tan hermoso como si en cada acorde, en cada sonido que él emitía, él mismo se convirtiera en el protagonista de las canciones.”

Martín Emilio es autor de una tetralogía de poemas titulado El canto del errante y para él cada escrito es un reflejo de lo que es ese momento: “La inspiración es un misterio que llega de muchas formas”, aseguró al señalar que equilibrar sus estudios con las actividades artísticas “es un reto, en el que la disciplina y la pasión se entrelazan porque no sólo se trata de organizar el tiempo, sino también es entender que el arte y la academia no son mundos separados, sino que son 2 corrientes que fluyen en la misma dirección”.
La Tropa, la música, la poesía y el fondo sonoro en una misma persona, con diferencia de un lenguaje que va más allá de las palabras, son un lazo invisible que los une sin importar distancias o diferencias.
Finalmente, expresó su deseo por compartir su arte con todo el mundo para que sus composiciones lleguen a más personas y encontrar espacios donde su voz, la poesía y la música puedan ser un puente de experiencias.
María Morales