Mi nombre es Areli Yatzín Martínez Rivera, soy alumna de Neurociencias. Decidí estudiar esta carrera porque desde pequeña el estudio de los seres vivos para mí ha sido extraordinario. El conocer, comprender o analizar una gran cantidad de mecanismos tan complejos para mí resultan verdaderamente fascinantes. Lo que más me atrajo de la licenciatura fue su enfoque integrador, pues permite abarcar desde un nivel molecular hasta organizaciones funcionales o conductas complejas, lo cual es enriquecedor; asimismo, me interesa mucho el estudio de los trastornos neurológicos, pues comprenderlos podría ayudar a encontrar mejoras en los tratamientos o estrategias terapéuticas. Además, considero que el estudio de esto nos permite identificar y entender algunos principios fundamentales de la función cerebral.

Para mí, combinar la pasión de la ciencia con el deporte me ha permitido ver las cosas desde otra perspectiva. Esto me ha ayudado a comprender mejor algunos de los procesos involucrados, como la coordinación motora, los tipos de memoria implicados, los múltiples beneficios que la actividad física aporta. Pero, a pesar de eso, reconozco que el ámbito académico puede resultar en ocasiones demandante o estresante, por eso, el deporte representa una forma de crear espacios de relajación, de disfrute, enseñándome la importancia de dedicar tiempo a aquellas actividades que amamos y que forman parte de nuestro bienestar general.

Para mantener un equilibrio en mis estudios con el entrenamiento de sóftbol, procuro organizar mis actividades en base a prioridades, asignando tiempos a cada área. Afortunadamente, tanto en el ámbito académico como en el deportivo recibo un gran apoyo por parte de los profesores y el entrenador, lo que me permite estructurar mejor mis actividades.

El deporte me ha permitido desarrollar una gran cantidad de estrategias y habilidades en diferentes situaciones que son clave en mi formación académica, que van desde la resolución de problemas hasta la constancia o la disciplina. Asimismo, me ha ayudado a tener un balance entre mis responsabilidades que tiene un impacto directo en mi rendimiento, bienestar general y salud.

Considero que el sóftbol me ha brindado habilidades para trabajar en equipo, que son fundamentales dentro del campo y salón de clases.

Afortunadamente, hasta ahora no he enfrentado un desafío directo como mujer ni en el área de la ciencia o el deporte. Sin embargo, considero que, desafortunadamente, aún podemos llegar a enfrentarnos con estereotipos o desigualdades que pueden poner en duda nuestro compromiso o desempeño en lo que realizamos. Por ello, creo que es fundamental seguir avanzando y trabajando para lograr una mayor presencia de mujeres en todos los espacios y ámbitos, inspirando a otras a perseguir sus pasiones sin dudar de su potencial.

Actualmente mi formación académica es mi principal objetivo, dirigida al ámbito de la investigación, además, espero que el deporte siga siendo parte importante de mis actividades. Por lo tanto, en un futuro, me visualizo dedicándome a la investigación pero sin dejar de practicar sóftbol.

A mí me gustaría destacar o visibilizar aún más el trabajo de las investigadoras valorando el trabajo que realizan. Además de fomentar e impulsar programas que permitan acercar a más mujeres a la ciencia, desde edades tempranas, mostrando que ellas también pueden convertirse en científicas.