En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la última sesión del año del Foro de preguntas y respuestas “Hablemos ClaraMENTE” que organiza la Coordinación de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM, abordó el tema “Caminos de acompañamiento frente a la violencia de género”.
Las invitadas de esta edición transmitida por YouTube fueron las doctoras Carmen Gabriela Ruíz Serrano, profesora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, quien cuenta con una amplia trayectoria en el acompañamiento a mujeres niñas y niños en situaciones de desigualdad, y Daniela Carrera Antúnez, maestra en Psicología por el IPN, quien se desempeña como psicóloga en ALDEA juvenil en el Instituto de la Juventud.
La sesión, moderada por las doctoras Ingrid Vargas Huicochea, organizadora de estos foros de divulgación y Coordinadora de Investigación, y Claudia Erika Ramírez Avila, Responsable del área de Capacitación Continua, ambas del DSPM, inició con una explicación de la doctora Carrera sobre qué es la violencia contra la mujer: “Es una forma de daño hacia las personas por motivos de género, cuando se violenta a las mujeres se les atenta por el rol que deberían tener, por ejemplo, si no cumplen el estándar físico que se cree que deberían tener”.
Por su parte, la doctora Ruíz compartió formas de identificar este tipo de violencia: “Desde la dimensión académica retomo la propuesta de Johan Galtung, él establece la violencia directa, la cultural y la estructural; retomando el ejemplo de la doctora Carrera, un tipo de violencia cultural sería precisamente la imagen estereotipada que tenemos de la feminidad, pero, además, existen otros tipos de violencia en la práctica: la económica, la física y la sexual”.
La doctora Ramírez cuestionó a las invitadas sobre cómo se reflejan estas violencias en sus respectivas áreas de trabajo, a lo que la doctora Carrera respondió que “la violencia va a tener muchas caras, pero todas se basan en el abuso de poder, si una universitaria recibe una beca y siente la presión por compartirla con su pareja, ya es violencia económica, si se siente cohesionada a realizar actividades sexuales, ya es violencia sexual, en una relación donde debería haber igualdad no la hay”.
Por su parte, la doctora Ruíz mencionó que “desafortunadamente tanto niñas y niños viven expuestos a terribles violencias, sin embargo, para las niñas sigue siendo muy persistente el tema de la violencia sexual en el interior de los hogares, también en los ambientes escolares, en temas como la pornografía infantil entran construcciones como el amor romántico que facilitan el permiso de las menores a que su pareja les tome fotos o videos, si bien la Ley Olimpia es un cobijo, falta muchísimo trabajo de concientización”.
Respecto a las acciones que la sociedad debe emprender para frenar estas violencias, las ponentes coincidieron en que la educación en temas de género debe integrar tanto a las mujeres como a los hombres: “La cultura patriarcal y las violencias machistas nos afectan a todos, el trabajo tiene que integrar a niños, adolescentes y hombres adultos”; sentenció la doctora Ruíz.
En lo que concierne a la labor profesional de acompañamiento, hicieron hincapié en la capacitación constante para no caer en conductas de “salvadoras” ni revictimizar a quienes sufren violencia, destacaron la importancia de enseñarle a las mujeres que tienen la capacidad de sobreponerse al abuso, y que desde el respeto y la comunicación se puede alzar la voz.
Ante el cuestionamiento sobre qué hacer cuando una víctima de violencia no quiera denunciar a su agresor, la doctora Ruíz explicó que en el caso de las infancias y adolescencias existe una responsabilidad ética y jurídica de denunciar, por lo que recomendó acercarse a la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, instancia que proporcionará acompañamiento. Por su parte, la doctora Carrera explicó que desde el ámbito de la psicología lo primero es no invalidar el motivo por el cual una mujer decide no denunciar y desde ahí comenzar el acompañamiento.
Rumbo al final del conversatorio, la doctora Ruíz agradeció a las mujeres que han sentado un precedente de lo que ahora es su labor y que lucharon por sus derechos y libertades. En su oportunidad, la doctora Carrera cerró su participación con la frase “una se hace feminista con su propia historia” y reconoció que generar conciencia sobre los abusos que se viven hace posible la meta de una vida libre de violencia.
Para finalizar la sesión, la doctora Vargas compartió un mensaje: “Hemos reafirmado que acompañar no es rescatar, es caminar junto a esa otra o ese otro con respeto, paciencia y dignidad; pedir ayuda no es un acto de debilidad, sino de valentía”, seguido de la intervención de la doctora Ramírez, quien agradeció la atención y la asistencia e invitó al público a participar en la edición del Foro de preguntas y respuestas “Hablemos claraMENTE” 2026.
Claudia Villalpando


