La forma de clasificación de AT es a través de los criterios del American Collegue of Rheumatology:

Edad menor a 40 años, claudicación de extremidades, disminucióndel pulso arterial, diferencia de la presión arterial sistólica mayor de 10 mm/Hg entre ambos brazos y soplos sobre la arteria.

La arteritis de Takayasu (AT) es una vasculitis de grandes vasos que predomina en mujeres; en México la relación es de 6:1. Tiene clínica confusa que puede llevar al diagnóstico tardío y se puede presentar de forma coincidente con otros padecimientos autoinmunes.

“Es poco conocida entre la comunidad médica, tiene incidencia baja, de 2.6/ millón/año, por lo que se considera enfermedad rara. En México no se conoce la prevalencia e incidencia. Sin embargo, en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez (INCICh) de cada 10 mil hospitalizaciones por año hay nueve pacientes con AT”, indicó la doctora María Elena Soto López, investigadora en Ciencias Médicas de este Instituto, donde realiza investigaciones de enfermedades reumatológicas que dañan la aorta y sus ramas, como sucede con este padecimiento.

Se puede presentar con síntomas agudos inespecíficos y sistémicos como fiebre, malestar, dolor de cabeza; o crónicos, con los que se sospecha  AT, pues ya hay daño orgánico: “Esta inflamación arterial progresa a fibrosis, lo cual conlleva a formar aneurismas, o  a la oclusión de las arterias”, advirtió.

Durante el Seminario Mensual de Medicina Nuclear e Imagen Molecular de la Facultad de Medicina, señaló que uno de los principales problemas para determinar la actividad inflamatoria y, en consecuencia, normar la conducta sobre el tratamiento, es cómo evaluar la actividad inflamatoria, por lo que se han buscado diversas formas mediante  diversos biomarcadores, constructos clínicos y métodos de imagen.

A partir de los resultados en un estudio realizado en pacientes del INCICh con la colaboración de la Unidad PET/CT de la Facultad de Medicina, su grupo de trabajo determinó que la evaluación basada en técnicas de imagen permite tener una visión más cercana de la actividad inflamatoria en AT.

La tomografía por emisión de positrones-tomografía computada, con el radiofármaco 18F-FDG, ha probado a través del tiempo ser una herramienta auxiliar determinante para el diagnóstico específico, mejorando decisiones terapéuticas en casos complejos de arteritis de Takayasu”, aseguró la doctora Soto López al mencionar que los estudios actuales apoyan el uso alternativo de pruebas de imagen que son menos invasivos que la angiografía para el diagnóstico de esta enfermedad.

Lili Wences