“Todos queremos vivir por mucho tiempo, pero mejor y más capaces. Sin embargo, en México hay más de 500 mil personas con Alzheimer”, señaló Sofía Díaz Miranda, investigadora en el Departamento de Neurobiología del Desarrollo y Neurofisiología del Instituto de Neurobiología, campus Juriquilla.

Durante el Seminario de Investigación del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, explicó el papel de ciertas proteínas, como las presenilinas 1 y 2, la ApoE, la Tau, y la precursora β-amiloide, cuya alteración en el tejido cerebral se relaciona con el Alzheimer por el aumento en su forma tóxica (Aβ-42), que produce anormalidades en las neuronas y pérdida de la memoria. Sin embargo, esta “hipótesis amiloide” aún hoy en día permanece por ser fundamentada.

Por otro lado, detalló cómo con el empleo del antibiótico estreptozotocina, indujo Alzheimer de tipo esporádico en el modelo de ratón, lo que le permitió estudiar un modelo de resistencia a la insulina en el cerebro, y cómo el fármaco amylobis (derivado del naproxeno), se propone como candidato a un futuro tratamiento para la enfermedad.

Finalmente, resaltó que los alimentos bioactivos abaten alteraciones metabólicas por medio del equilibrio en la microbiota (eje-intestino-cerebro), por lo que la nutrición también se plantea como un eje en el estudio del Alzheimer.

Mariluz Morales