“Lo más frecuente es que se dé en miembros inferiores. Aparece un edema en el sitio donde se origina la trombosis hacia la parte distal […] Es muy importante que un individuo que tiene aumento de volumen y dolor en alguna extremidad, que le impide hacer una actividad normal, vaya con el médico o al servicio de urgencias porque los trombos se pueden desprender del lugar donde se originaron, viajan por la circulación y ocasionan embolias, ya sea al pulmón o al cerebro”, alertó.
Sin embargo, la trombosis venosa y sus complicaciones se pueden prevenir manteniendo un peso adecuado; disminuyendo la ingesta de grasas de origen animal, “que son las que van a dar una mayor tendencia a elevar el ‘colesterol malo’ que favorece la formación de trombos”, y mejorando la actividad física.
“Si en nuestro trabajo tenemos que estar sentados ocho horas continuas, al menos cada hora o cada dos horas, debemos levantarnos, caminar 10 minutos y regresar a nuestras actividades, pero tratar de estar moviéndonos”, sugirió la doctora López Santiago.
Mariana Montiel