La trombosis es la obstrucción de la circulación de un vaso sanguíneo, y puede ser venosa o arterial. En el caso de la trombosis venosa profunda, que generalmente ocurre en venas de tamaño mediano o grande, se obstruye el retorno de la circulación hacia el corazón, lo que produce un estancamiento de la sangre, explicó la doctora Norma Candelaria López Santiago, integrante del Subcomité Académico de Hematología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“Lo más frecuente es que se dé en miembros inferiores. Aparece un edema en el sitio donde se origina la trombosis hacia la parte distal […] Es muy importante que un individuo que tiene aumento de volumen y dolor en alguna extremidad, que le impide hacer una actividad normal, vaya con el médico o al servicio de urgencias porque los trombos se pueden desprender del lugar donde se originaron, viajan por la circulación y ocasionan embolias, ya sea al pulmón o al cerebro”, alertó.

Sin embargo, la trombosis venosa y sus complicaciones se pueden prevenir manteniendo un peso adecuado; disminuyendo la ingesta de grasas de origen animal, “que son las que van a dar una mayor tendencia a elevar el ‘colesterol malo’ que favorece la formación de trombos”, y mejorando la actividad física.

“Si en nuestro trabajo tenemos que estar sentados ocho horas continuas, al menos cada hora o cada dos horas, debemos levantarnos, caminar 10 minutos y regresar a nuestras actividades, pero tratar de estar moviéndonos”, sugirió la doctora López Santiago.

Mariana Montiel