Con el objetivo de fomentar en la comunidad una actitud ética y bioética que guíe sus desempeños académicos y profesionales, a partir del desarrollo de competencias humanísticas, la Facultad de Medicina pone en marcha el Programa Institucional “Ética y Bioética FACMED”, enfocado a promover reflexiones a partir de la realización de actividades que trasciendan los espacios formales de educación, en las cuales se pueda evidenciar la aplicabilidad de dichos conceptos de manera transversal en los diversos planos universitarios.
Por ello, esta iniciativa encabezada por los doctores Germán Fajardo Dolci, director de la dependencia, e Irene Durante Montiel, secretaria General, y con la participación del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, se inauguró con el debate Voluntades Anticipadas: Implicaciones y Alcances, que reunió a dos expertas del área en el auditorio “Doctor Raoul Fournier Villada”.
La doctora Zoraida García Castillo, coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Forense, habló acerca de las implicaciones jurídicas de las voluntades anticipadas y su disposición en las diversas leyes aplicables a nivel estatal y federal, además hizo referencia al dilema que se enfrentan tanto pacientes terminales como familiares al tener que elegir entre un tratamiento que preserve la vida aunque se vea comprometida la dignidad humana, o el elegir hacer el proceso de voluntad anticipada ante un notario público.
Mencionó además que el Código Penal de la Ciudad de México muestra que sí es posible la realización de la ortotanasia (consiste en recibir la ayuda necesaria y planeada para mitigar las consecuencias de una enfermedad terminal), siempre que se efectúe en apego a la Ley de Voluntades Anticipadas, la cual menciona que la aplicación de las disposiciones establecidas son relativas a las personas en materia de la muerte digna, y no permiten ni facultan bajo ninguna circunstancia la realización de conductas que tengan como consecuencia el acortamiento intencional de la vida.
Las voluntades anticipadas son aplicables en todas las instituciones de salud públicas, sociales y privadas que prestan servicios en la Ciudad de México y en los estados en los que ya se encuentra vigente esta ley. “Es un derecho de todos los ciudadanos de esta Ciudad y de quienes reciben atención médica dentro de ella”, afirmó la doctora García Castillo.
Por su parte, la doctora Liliana Mondragón Barrios, presidenta del Comité de Ética en Investigación del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, expuso la relevancia de las Directrices Anticipadas en Psiquiatría, las cuales permiten la planeación del tratamiento y las indicaciones de cuidado cuando la condición mental no permita la toma de decisiones.
Mencionó que las Directrices fomentan el principio bioético de autonomía, la adherencia al tratamiento, la discusión de planes de acción entre médico y paciente en futuras contingencias y optimiza la atención hospitalaria, promoviendo el trato digno a pacientes y familiares.
Puntualizó que los ingresos involuntarios por crisis psiquiátricas vulneran de manera considerable a la persona con discapacidad psicosocial, que éste es un mecanismo de uso excepcional que no sólo coarta la libertad de la persona, sino otros derechos humanos fundamentales.
“Existen estudios que demuestran que hay una reducción considerable en el número de internamientos psiquiátricos involuntarios en aquellas personas con Directrices Anticipadas en Psiquiatría, ya que con ellas el paciente puede decidir anticipadamente qué hacer cuando esté en una crisis”, señaló la especialista.
A fin de promover el pensamiento crítico y la reflexión entre los miembros de la comunidad, la doctora Jennifer Hincapié Sánchez, coordinadora del Programa Institucional “Ética y Bioética FACMED”, adelantó que se realizarán otros debates, además de diversas actividades como el Cine Foro FACMED, el Club de lectura y análisis de casos clínicos, el Congreso Nacional #YoSoyÉticaYBioética, así como la implementación de una herramienta digital que apoyará en la difusión de estos temas.
Lili Wences y Samantha Cedeño