Considerado como el fundador de la Urología moderna y por su labor en el campo de los trasplantes de órganos, el doctor Federico Ortiz Quesada fue reconocido por su destacada trayectoria en el campo de la Medicina y la Literatura.

Durante la ceremonia, celebrada en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas”, recordó con gratitud su época de estudiante en la Escuela Nacional de Medicina, cuando ésta se encontraba en el Palacio de la Escuela de Medicina ubicado frente a la Plaza de Santo Domingo.

A los futuros médicos les aconsejó que aprendan siempre: “Yo he aprendido de todos mis amigos y eso me ha permitido estar aquí, platicando un poco de esta maravillosa, y llena de encanto, profesión que es la Medicina, que más que un trabajo, es casi una religión, porque para ser médico se requiere de una vocación muy grande que sólo la tienen algunos, porque eso sí, es muy ruda. Exige de mucho conocimiento y requiere mucha entrega”, expresó.

Por su parte, el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina, enalteció el recorrido del homenajeado, “lo felicito por el impulso y las ganas de retomar algo que parecía ajeno a nuestra profesión. Qué bueno que hubo gente que se preocupaba por los médicos escritores, profesionales que además de su misión y su vocación de servicio al paciente, tenían esa facilidad de la escritura en textos clínicos, y otros enfocados en la cultura y aspectos importantes”.

Asimismo, el doctor Antonio Taracena Cisneros, recordó algunas anécdotas que vivió con su amigo Ortiz Quesada. “Un día me dijo, ‘mira Toño, vamos a formar la Academia Mexicana de Médicos Escritores porque los médicos no tienen la función de escribir’. Y así lo hicimos”.

El doctor Rubén Argüero Sánchez, jefe del Departamento de Cirugía, indicó que el urólogo Federico Ortiz era muy metódico en sus procedimientos: “Era un hombre muy cuidadoso, un médico muy responsable. Me invitaba a sus sesiones de trasplantes en el Centro Médico Nacional, en el servicio donde él era el jefe. Desde luego en su forma de ser y proceder se guiaba punto por punto”.

La ceremonia estuvo plagada de anécdotas, bromas y buenas experiencias sobre el literario Ortiz Quesada. El último en dar testimonio, fue el doctor Alberto Lifshitz Guinzberg, secretario de Enseñanza Clínica, Internado Médico y Servicio Social, quien destacó: “cuando tomó la jefatura del Servicio de Urología, en el Centro Médico Nacional era un chamaco, poseía una autoridad, desde el punto de vista técnico, incuestionable. Además, tenía una osadía y un arrojo que lo llevaron a hacer el primer trasplante de riñón en el país, en 1973”.

El doctor Ortiz Quesada ha publicado más de 2 mil artículos científicos, periodísticos y 54 libros; recibió el premio al mejor trabajo en Urología por la Academia de Medicina de Nueva York, el Premio a la Excelencia Médica, y el reconocimiento como Pionero en la Práctica de Trasplantes de Órganos otorgado por el gobierno federal y por la Sociedad Mexicana de Trasplantes.

Eric Ramírez