El yoga es un estilo de vida que sana, cuida y fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu mediante la práctica de diferentes posturas, la respiración y la meditación. En la India, se ha hecho desde hace miles de años y se ha convertido en uno de los sistemas de acondicionamiento físico y espiritual con más adeptos hasta nuestros días.
Alejandro Blanco Caballero, egresado de la tercera generación de Fisioterapia, ha hecho yoga por más de 10 años, con la finalidad de sanar su cuerpo y alma, y ayudar a que otros lo hagan. En esta trayectoria, descubrió que había una profesión que hacía lo mismo, pero desde una rama médica, profesional y con bases científicas: la Fisioterapia.
“Empecé como instructor de yoga, ahí varios de mis alumnos me decían que sufrían por alguna lesión y me pedían consejos. Empecé a investigar y me enteré que dentro de la carrera había una especialidad en ‘yoga terapéutico’, con lo cual me interesó mucho cursar la licenciatura. Primero quería ayudar a mis estudiantes y a partir de ahí a las personas que lo requieran, sobre todo a quienes tienen algún padecimiento o alguna lesión en el sistema músculo-esquelético”, indicó Blanco Caballero.
Esta profesionalización académica del yoga ya era conocida por él, de hecho en principio pensó en tomar únicamente un curso o diplomado; sin embargo, después de analizar lo que le ofrecía la Facultad de Medicina, los profesores, la literatura, planes de estudio y las distintas ramas del conocimiento, se decidió por estudiar una carrera completa.
Actualmente, Alejandro ya concluyó su Servicio Social y está a la espera de su título; mientras tanto, sigue dando clases de yoga, aplicando los conocimientos obtenidos, así como atención fisioterapéutica privada. También, se ha enfocado en dar distintos talleres como Anatomía del yoga, Yoga para dolor de espalda y de cuello (por radiculopatías), clases en certificaciones de esa disciplina, entre otros, explotando al máximo sus dos pasiones: yoga y Fisioterapia.
“Deseo seguir creciendo en la integración de las dos ramas y en un futuro pretendo hacer una certificación en la India sobre aplicaciones terapéuticas del yoga restaurativo, que es precisamente la combinación de la Fisioterapia con esta disciplina. La intención, después, es tener un espacio donde pueda dar clases, un consultorio como fisioterapeuta, e impartir cursos que estoy desarrollando desde ahora”, manifestó.
En tanto, recomienda a las nuevas generaciones que se apasionen por su rama y amplíen su campo de conocimiento, sin desviar la mirada de aquellas áreas en donde se quieran especializar, pues el trabajo del fisioterapeuta es integral y es común encontrar pacientes que combinen distintas ramas.
Eric Ramírez