El arte barroco reconoce que el ser humano se enfrenta ante su naturaleza contradictoria. Que no es un ser meramente racional como se exaltaba en el periodo renacentista, sino que también las emociones ejercen un poder importante en sus acciones.
Es con esa breve introducción como la maestra Nuria Galland Camacho, responsable de Servicios Pedagógicos y Contenidos del Palacio de la Escuela de Medicina, adentró a los espectadores a la apreciación del arte de esa época, e inició explicando la Decapitación de Holofernes, obra de Caravaggio: “Es esta pintura un ejemplo claro, en la que se puede ver que el artista no sólo se interesa en la representación puntual de la realidad visual, pues indaga más sobre los sentimientos del ser humano, ya que se observa la expresión de horror y sorpresa de Holofernes al descubrir la identidad de su asesino. Se trata de Judith, una joven viuda que para liberar a su pueblo decide seducir al general asirio que lo tenía sometido y cuando éste descansa en su tienda, ella se arma de valor y acaba con su vida”, explicó durante el curso-taller de Historia del Arte, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina.
Asimismo, mostró la pintura Joven mordido por una lagartija, en la que Caravaggio se basó en una situación de la vida cotidiana para poder representar las emociones en el retrato, pues en esta obra se observa a un joven sorprendido y con el ceño fruncido por la sensación de la mordida de este inofensivo reptil, además que se puede ver el interés del artista por indagar en la personalidad del efigiado.
“El arte barroco lo que revela es cómo el ser humano concilia un punto muy importante entre el cuerpo y el alma que está constituida por cierta personalidad muy particular. Además, el artista debía reflejar los sentimientos experimentados en la circunstancia que se encontraban los personajes”, detalló la maestra Galland Camacho, el pasado 20 de abril.
Un ejemplo claro es la famosa escultura del David de Bernini, en la que él se ve fuerte y magnífico con una anatomía muy impactante, pero no sólo eso, sino que se ve claro el gesto que tiene de determinación. Cabe resaltar que Bernini, se inspiró en su propia figura y, por lo tanto, en sus expresiones y sentimientos.
“El arte es el claro reflejo de lo que acontece en la sociedad, en esa época Descartes publicó el Tratado de las Pasiones del alma. En él, el autor mencionó que son seis emociones básicas, entre las que se encontraban la maravilla, el odio, el amor y la alegría. Por lo que la Academia real de pintura y escultura, con sede en París, introdujo el estudio de las pasiones, y enseñó a representarlas tomando en cuenta que existe una personalidad que determinará la manifestación de las emociones en cada sujeto.
De igual manera, Charles Le Brun en su Fisiognomía de las pasiones, estudia la relación que existe entre la apariencia física de los animales y los seres humanos. “La semejanza física con un animal puede también revelar la personalidad del individuo”, concluyó la maestra Nuria Galland.
Las sesiones del curso-taller de Historia del Arte se transmitirán todos los lunes, a las 12 horas, por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM, mientras dure la contingencia por COVID-19.
Diana Karen Puebla