La pandemia, el consecuente confinamiento y ahora el regreso a labores ha generado en la población una creciente incertidumbre y miedo sobre su seguridad y su porvenir. Responder a estos cuestionamientos internos y aprender a abordarlos de una manera social, física y emocionalmente saludable resulta necesario para que, al reincorporarse, el proceso sea llevado de una manera natural y dirigido hacia una mejor calidad de vida.
Sobre los elementos necesarios para iniciar esta reflexión hacia el regreso a labores y las dificultades presentadas en este proceso, el doctor Benjamín Guerrero López, coordinador de la Clínica del Programa de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que es necesario considerar las condiciones emocionales previas al confinamiento, trabajar en ellas y no olvidar que el hecho de sufrir problemas económicos, vivir solo o en situaciones de violencia, consumo de sustancias, pérdida de empleo y las pérdidas en general, representan uno de los más grandes retos, y todos ellos tienen que ser abordados.
Por su parte, el doctor Juan Pablo de la Fuente, coordinador de la Clínica de Adicciones de la Facultad, mencionó que el estrés que vivimos interactúa con las vulnerabilidades y las capacidades personales, y esto puede derivar en el desarrollo de síntomas depresivos y de ansiedad, éstos a su vez en un consumo alto de alcohol y/o drogas, que pueden empeorar el estado de salud mental de la persona. Simultáneamente, los hábitos de consumo, y un consumo regular de sustancias proporciona información valiosa sobre quién es esa persona en ese momento. Además, señaló la importancia de limitar la cantidad e identificar las circunstancias o emociones que se asocian a su consumo, para saber si están tratando de lidiar con ello a través de las sustancias.
La doctora Jacqueline Cortés Morelos, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad y presidente electa de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, comentó que el sueño y los ciclos circadianos tienen un papel central en la salud y estabilidad de las personas durante el confinamiento, por lo que la mayoría de las personas requieren ocho horas de sueño diarias para poder descansar; además, es necesario establecer actividades durante el día, tomando periodos de descanso y de actividad física, así como momentos de relajación y recreación.
Por otro lado, la maestra en Psicología Norma Yépez García, adscrita al DPSM, indicó que la frustración es una sensación de insatisfacción provocada por la aparición de sucesos inesperados u obstáculos en la obtención de un objetivo o meta que provoca un sentimiento de fracaso, y mencionó que existen tres formas de abordarla: la primera, es una respuesta primitiva como la agresividad; la segunda corresponde a la evitación, que incrementa la ansiedad y que de presentarse de manera repetitiva puede conducir a una fobia y, finalmente, la sustitución, en la que se cambia la situación estresante por otra que no produzca tanta angustia.
“Un consejo para manejar la frustración consiste en analizar cuál es la primera reacción que se tiene al sentir frustración; si existe enojo y se tiene una baja tolerancia a la frustración, respirar profundo y pensar antes de actuar es un importante primer paso; después, pensar que un deseo no es lo mismo que una necesidad y que el malestar que ahora se siente pasará, generará pensamientos y emociones que se pueden cambiar; además, entrenar técnicas de relajación, como la respiración profunda y diafragmática, y el ejercicio ayudarán a liberar gran parte del estrés; también, es importante recordar que no debemos pelearnos con el problema y que debemos compartirlo, buscar ayuda profesional o en el primer grupo social o familiar. Es importante no darse por vencidos”, afirmó la especialista.
Finalmente, la psicóloga Ana Lilia Guerrero Viloria, coordinadora de la Clínica de Género de la Facultad, señaló que durante el confinamiento se ha encontrado un importante aumento en los casos de violencia a mujeres, personas de edad mayor y niños, y que se han visto manifestadas como alteraciones psicosomáticas o malestares crónicos por la sensación de no poder hacer las cosas o de no hacerlas bien.
En caso de necesitar ayuda y seas parte de la comunidad universitaria, puedes agendar una cita para solicitar atención en las clínicas del Programa de Salud Mental, Adicciones, y Género en http://psiquiatria.facmed.unam.mx/
Victor Rubio