El mercado de drogas mezcladas o modificadas ha ido al alza en países de América, además, la edad inicial del consumo es cada vez más temprana, causando riesgos graves para la salud a largo plazo. A esta problemática hay que sumarle la pandemia de la COVID-19, que ha obstaculizado la atención profesional.

Para analizar el tema, el “Seminario de Opioides” del Seminario de Estudios de la Globalidad (SEG) de la Facultad de Medicina de la UNAM, en el que participan expertos de diversas instituciones académicas del país, tuvo una reunión conjunta con expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la sesión académica “Monitoreo del consumo de drogas en las Américas”, celebrada a través de Facebook Live.

“Tradicionalmente cuando hablábamos de drogas pensábamos en el consumo de heroína, de cocaína y otras; ahora tenemos mezclas de las que se desconocen sus implicaciones y los problemas de salud que pueden derivar. Esto nos hace repensar en cómo organizar la investigación epidemiológica que nos permita conocer mejor cuál es el problema y cómo atenderlo”, destacó la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, Coordinadora del SEG y moderadora del evento.

La doctora Mayra Hynes Dowell, Jefa del Observatorio de Drogas de la OEA, ofreció un breve repaso destacando algunos programas de la región y áreas que tienen, tales como la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) y el Observatorio Interamericano sobre Drogas.

“Hemos encontrado que el consumo de drogas está apareciendo a edades tempranas, en muchos países inicia durante su octavo grado académico, por ello, debemos enfocar las intervenciones de prevención en retrasar la edad de primer consumo”, advirtió la doctora Hynes Dowell.

Por otro lado, el doctor Pernell Clarke, Especialista en Investigación de la OEA, habló sobre “El consumo de drogas en el contexto de la COVID-19” y explicó que 15 de 27 países reportaron un aumento del consumo de alcohol, sobredosis y muertes relacionadas con el abuso de sustancias, así como cuadros de abstinencia sin recibir apoyo profesional, debido al cierre de muchos centros de apoyo, y llamadas a líneas de ayuda y centros de tratamiento.

“Encontramos que la mayoría de los países de las Américas vieron afectados los tratamientos en contra de estas sustancias, así como los estudios sobre drogas que tenían planeados”, indicó el especialista.

A su vez, el doctor Juan Carlos Araneda, Oficial de Proyectos del Observatorio Interamericano sobre Drogas de la Secretaría Ejecutiva de la CICAD, habló sobre las “Drogas emergentes en las Américas”, destacando que el uso de opioides es muy común, pero poco visibilizado. Asimismo, encontró que en México es mucho menor el consumo de estas sustancias comparado con Estados Unidos y Canadá.

“En México es imprescindible mejorar la monitorización del consumo de opioides, ampliando la investigación en los diferentes estados del país. Tales metodologías podrían incluir el análisis de aguas residuales y estudios en grupos específicos de la población, destinados a tratar de determinar las sustancias de mayor consumo y sus tendencias entre los consumidores de droga”, concluyó el experto.

Eric Ramírez