Con los objetivos de estimar la prevalencia de manifestaciones neuropsiquiátricas (trastornos del estado de ánimo) y de alteraciones en la cognición en pacientes recuperados de COVID-19 de una cohorte de pacientes del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán» (INCMNSZ), así como implementar una intervención basada en telemedicina de acuerdo con los preceptos del Programa de Acción para Superar las Brechas de Salud Mental de la OMS para utilizar esta herramienta en centros de primer y segundo nivel de atención a través de sesiones de capacitación de personal de la salud y el establecimiento de la infraestructura mínima necesaria para este propósito, se realiza el proyecto “Manifestaciones neuropsiquiátricas en pacientes sobrevivientes de COVID-19”.

Este estudio se desarrolla gracias a un trabajo interinstitucional, donde participan las doctoras Claudia Díaz Olavarrieta, Ingrid Vargas Huicochea y Ana Carolina Rodríguez Machain por parte del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM; la doctora María Elena Medina Mora, Directora de la Facultad de Psicología de la UNAM; las doctoras María Teresa Tusié Luna (Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM/INCMNSZ), Ángeles Vargas Martínez y Ana Ochoa Guzmán, así como los doctores Fernando Flores Silva y Miguel García Grimshaw por parte del equipo de investigadores del INCMNSZ.

Esta colaboración es importante en el sentido de favorecer la ecuación de la información que cada uno va adquiriendo, y así transmitir eso a la población en general y a la población médica para brindar una herramienta que permita detectar las afectaciones neuropsiquiátricas para ver si se pueden derivar o si se pueden atender; además, permite hacer una investigación de mucha calidad e importancia”, indicó el doctor Fernando Flores Silva, del INCMNSZ.

Asimismo, comentó que la investigación se dividió en dos etapas: en la primera se concentraron en recabar información de la fase hospitalaria, mientras que en la segunda etapa invitaron a los pacientes que fueron dados de alta posterior a padecer COVID-19, para que acudan a las evaluaciones específicas con todo lo que puede significar para ellos.

“En la evaluación que tenemos de pacientes a un año después de su egreso post COVID, alrededor del 30 por ciento tiene daño cognitivo, es decir, son pacientes ya evaluados con herramientas de tamizaje diseñadas para conocer el déficit cognitivo leve, donde su funcionalidad en general está respetada, pero tienen afectación en al menos un dominio y fallan en algunas actividades que realizan en la vida cotidiana, ya que se pueden volver un poco lentas en el procesamiento de información; también, tenemos un registro que indica que 42 por ciento de los pacientes tienen alguna afectación psicopatológica y presentan trastorno de ansiedad, depresivo, post traumático e incluso riesgo suicida”, indicó el investigador.

Sin embargo, resaltó que tanto en el cognitivo como en la psicopatología la tendencia es de disminución, pues de acuerdo con su evaluación trimestral, parece ir bajando la proporción de estas afectaciones, pero el riesgo suicida es el único que parece comportarse en aumento, por lo que es importante detectarlo a tiempo y hacer difusión de este tipo de proyectos para acercar la información tanto a la población en general como a la científica.

Karen Hernández