Por el Dr. Luis Emmanuel Ruiz Pérez, egresado de Cirugía Cardiotorácica Pediátrica

Los hombres y las mujeres a diario tomamos decisiones que van a estar relacionadas al trabajo, amigos, actividades de recreación, tipo de pareja, comida, gustos, lugar para vivir, gastos económicos, etcétera. Estas decisiones ayudan a generar independencia a corto, mediano y a largo plazo, sin embargo, estas decisiones tendrán una repercusión buena o mala dependiendo de su perspectiva, por ejemplo, a veces tenemos que tomar decisiones que pueden afectar nuestra economía como comprar o no comprar una casa, otras que van enfocadas a nuestro lado emocional como elegir pareja sentimental y otras menos importantes que son sólo  recreativas como salir o no salir al cine, comer en un restaurante, etcétera.

Sin embargo, hay decisiones que nos pueden hacer sentir con remordimiento o arrepentidos, el ejemplo más común es cuando uno entra a una tienda, ve una ropa bonita que no tenía pensado comprar y termina comprándola, y después de pagar nos podemos sentir arrepentidos de haber gastado, o de manera contraria, ver una prenda con descuento y decidimos no comprarla y al llegar a casa, nos arrepentimos de no haber hecho la compra, por lo que quedará siempre la incertidumbre si la decisión que tomé fue la correcta o no.

¡Es por esto que puede surgir la pregunta sobre ¿si realmente tomamos buenas decisiones en la vida?! Esta pregunta la pudieron resolver los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky en su libro Piensa rápido y piensa despacio y que, gracias a sus investigaciones, recibieron el Premio Nobel de Economía en el año 2002. Esta publicación está enfocada en investigaciones basadas en la Psicología cognitiva aplicada a asuntos económicos, sin embargo, también pueden aplicarse a otras áreas como la Medicina, política o aquellas áreas en donde una decisión puede tener tantas variables que pueda generar mucha incertidumbre a la hora de tomar una decisión(1).

A través de su libro, Kahneman y Tversky logran establecer teorías sobre el juicio intuitivo mediante dos conceptos del pensamiento: uno relacionado a la intuición (cerebro tipo 1) y el otro relacionado con el razonamiento (cerebro tipo 2)(2) y con base a estas dos formas de pensar elegimos nuestras decisiones diariamente. A pesar de que estas dos formas de pensamiento nos ayudan a la hora de tomar decisiones, ninguna está exenta de errores, porque una tendrá ventaja sobre la otra dependiendo de las variables y factores que estén presentes. Por ejemplo, usamos el pensamiento del cerebro tipo 1 de manera rápida e intuitiva en más del 97 por ciento de las decisiones que tomamos a diario y estarán más influenciadas por la emoción y no por la razón; de modo que estas decisiones van a tener un sesgo y margen de error más amplio a diferencia del pensamiento del cerebro tipo 2, donde las decisiones que tomamos equivalen sólo al 3 por ciento(3), esto es debido a que uno tiene que analizar, comprender y procesar todos los datos para poder tomar un juicio en una decisión.

Esto lo podemos entender a través de un problema matemático que Kanheman pone en su libro:

Una pelota de beisbol y un bate cuestan 1,10 euros. El bate cuesta un euro más que la bola. ¿Cuánto cuesta la pelota? De manera rápida la respuesta que nos viene a la mente es que el valor de la pelota es sólo de 10 centavos, sin embargo, esta respuesta es sólo intuitiva y está incorrecta, porque al analizar que el bate cuesta un euro más que la pelota, el costo del bate podría ser 1.01, 1.02, 1.03, 1.04, 1.05, 1.06 y así sucesivamente, pero no lo sabemos. Analizando la primera respuesta, si la pelota costara 10 centavos, y el bate costara 1.01 dólar más, el costo total sería de 1.11 euro, por lo que es necesario la realización de una operación aritmética de la siguiente forma para resolver este acertijo.

Hay que encontrar el valor de X (pelota).

Se despeja de la siguiente manera:

X+(X+1)

X (pelota) + X (Bate) + 1 (euro: recordar que el bate cuesta un euro más que la pelota).

El precio de la pelota es igual a X (no se sabe el valor)

El precio del bate es de un euro más que la pelota es decir X+1.

Las dos X más 1 van a equivaler a 1.10 euros.

Como los valores de la X no se conocen hay que restar 1.10 – 1, dando como resultado 0.10. Como el resultado incluye a las 2x, estos dos objetos se tienen que dividir porque son la pelota y el bate, siendo el resultado 0.05.

Valor de la pelota 0.05

Valor del bate 1.05.

Ambos suman 1.10.

El problema de este tipo de ejercicios es que no están enfocados a resolverse con respuestas intuitivas y rápidas (cerebro tipo 1), sino que están enfocados a una respuesta más lógica y con razonamiento (cerebro tipo 2). Y esta forma de pensar requiere más concentración, más tiempo de análisis y mayor gasto de energía. Los dos sistemas (cerebro 1 y cerebro 2) están activos a lo largo del día y no trabajan de manera aislada, sino que interactúan entre ellos a lo largo del día. Para concluir la pregunta principal la mejor forma de tomar las mejores decisiones dependerá de estar atentos a aquellas decisiones que requieran un análisis más detallado y a otras que no lo requieran.

Referencias:

1.- Cruz, Julio Eduardo Daniel kahneman: un nuevo premio nobel de economía para la psicología Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 35, núm. 1, 2003, pp. 119-121 Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia.

2.- Kahneman D. A perspective on judgment and choice: mapping bounded rationality. Am Psychol. 2003 Sep;58(9):697-720. doi: 10.1037/0003-066X.58.9.697. PMID: 14584987.

3.- https://josedelgado.net/como-pensamos-sistema-1-y-sistema-2-de-kahneman.