El Programa de Servicio Social Rotatorio en Salud Mental, creado por iniciativa de la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Directora de la Facultad de Medicina de la UNAM, y coordinado por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM), permite a las y los médicos pasantes conocer una gran variedad de enfoques y estrategias terapéuticas, enriqueciendo su formación e identificando las áreas de mayor necesidad en la atención de la salud mental en México.

“La idea de la doctora Sepúlveda Vildósola es que se formen médicos en diferentes hospitales que salvaguardan la salud mental. Entonces hablamos con las instituciones que consideramos pueden ayudar a nuestros pasantes y participaran con todo gusto”, recordó el doctor José Benjamín Guerrero López, Jefe del DPSM.  

Durante su Servicio Social, las y los médicos pasantes rotan por la Facultad de Medicina de la UNAM, el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, el Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” y el Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”, participando en actividades clínicas, educativas y de investigación, contribuyendo así a un mejor entendimiento y tratamiento de las enfermedades mentales.

Una experiencia gratificante

“Elegí este programa porque quiero ser un médico más completo y tener un mejor abordaje hacia estos temas. Algo que me ha servido bastante fue lo que aprendí en los ciclos clínicos, donde me enseñaron a interactuar con las personas, a cómo relacionarme con ellas. Aquí debemos utilizar una perspectiva más humana, más sentimental para saber cómo tratar con la gente, eso no lo aprendemos en el salón de clase”, compartió el MPSS Marco Antonio Torres Trejo.

“Por la pandemia no tuvimos la oportunidad de ver a los pacientes en la parte clínica, y ahora con este programa he visto muchos padecimientos desde la consulta externa, en hospitalización y en la zona infantil. Esto ayuda mucho a aprender a ver sus síntomas, seguimiento y tratamiento”, afirmó la MPSS Yareth Eunice Beatriz Escalante.

“En estos 4 meses me he encargado de la realización de los historiales clínicos a los pacientes de primera vez antes de pasarlos a consulta. Ahorita estoy en el Hospital Fray Bernardino donde me encargo de las valoraciones iniciales, realizo electrocardiogramas y exploraciones neurológicas, entre otras cosas”, agregó el MPSS Luis Enrique Villa Perdomo.

En su oportunidad, la médica pasante Diana Gallegos Salmoran resaltó que esta experiencia ha sido muy nutritiva en su formación como médico, ya que “aunque llevamos Psiquiatría y Salud Mental en la carrera es muy teórico, aquí podemos poner en práctica muchos de nuestros conocimientos. Los residentes son muy amables con nosotros y nos ayudan mucho a diferenciar entre los padecimientos, creo que es un programa muy variado donde analizamos la Psiquiatría en diferentes etapas de la vida. Es muy gratificante”.

Prevención de trastornos          

Uno de los avances significativos de este programa ha sido la implementación de proyectos de intervención comunitaria, donde las y los MPSS trabajan directamente con la población para promover la salud mental y prevenir trastornos. Estas iniciativas han tenido un impacto positivo en las comunidades atendidas, generando un mayor acceso a servicios de salud mental y una disminución en el estigma asociado a estas enfermedades.

“Hacer una buena historia clínica es la base de todo, desde un diagnóstico acertado hasta un buen tratamiento. Lo que más me ha tocado ver son casos de depresión y ansiedad, me he involucrado más en la primera y, sobre todo, en la prevención del suicidio. Hoy considero que, independientemente de si somos o no parte del área de la salud, debemos conocer sobre estos temas y eliminar esos tabúes que siguen existiendo dentro de la sociedad”, indicó la MPSS Adriana Beatriz Pérez Fuentes.

“Creo que la Medicina general va de la mano con la salud mental, porque hay pacientes con trastornos mentales, pero pueden tener algo orgánico en otras partes y debes saber cómo tratarlo. Este programa no sólo me está ayudando a ser mejor médico, sino también mejor ser humano”, externó la MPSS Brenda Patricia Espinosa Velázquez.

Por su parte, la MPSS Sandy Mariana Ruíz de Jesús señaló que el desafío más grande que ha enfrentado es “tener fuerza mental y sentimental para afrontar los problemas de los pacientes, este tipo de temas son muy delicados y en muchas ocasiones no le damos la importancia que ameritan. Cuando ellos entran a consulta y nos ven portando nuestra bata llegan con la esperanza de que podemos brindarles ayuda. Creo que eso es algo a lo que nos vamos a enfrentar toda la vida.

Mayores competencias para una atención de calidad

La experiencia de las y los pasantes en el programa también ha sido enriquecedora desde el punto de vista personal. Comparten que el contacto directo con los pacientes y la posibilidad de ver los efectos positivos de su intervención les ha permitido comprender la importancia de un enfoque integral en la Medicina. Además, el trabajo interdisciplinario con otros profesionales de la salud mental les ha dado una perspectiva más amplia y les ha permitido desarrollar habilidades de colaboración y comunicación esenciales para su futura práctica profesional.

“El mayor logro hasta el momento es el agradecimiento y gratitud de los pacientes cuando son atendidos, ya que considero que no hay mejor recompensa que su bienestar y el verlos satisfechos de la atención que les brindamos. Lo más importante es que sepan que siempre hay solución y se puede mejorar su salud mental”, manifestó la MPSS Cynthia Anel Marín Romero.

La pasante de Medicina Grecia Pérez Cruz resaltó que este programa le ha ayudado a tener una mejor relación con los pacientes, pues considera que “como médicos aprendemos en estos seis años de carrera todo lo que son patologías sobre las enfermedades, como diabetes o hipertensión, pero también es importante conocer e identificar la depresión, ansiedad y demencias, entre otras. Como médicos generales debemos aprender a tratar a los pacientes de forma humana y abordar de la mejor manera las situaciones que tengan”.

“En estos cuatro meses he tenido la oportunidad de conocer sobre la diversidad sexual. En el Instituto Nacional de Psiquiatría me ha tocado atender a hombres trans donde he aprendido a cómo dirigirme con ellos y darles la atención más adecuada”, señaló el MPSS Eduardo Zidney Montes de Oca Sotelo.

Natalia Adriana Reus Anda y Diego Maximiliano Alonso Esquivel son los otros médicos pasantes de la segunda generación de este programa, el cual no sólo beneficia a los médicos y a los pacientes, sino también representa un avance significativo en la integración de la salud mental en los planes de estudio de la Facultad de Medicina. Este enfoque innovador y comprometido con la formación de médicos humanistas y competentes es un ejemplo del liderazgo de la UNAM en la educación médica y su compromiso con la salud pública.

Diego García