“El medio ambiente es la totalidad del mundo físico que nos rodea y al estar inmersos en él, surgirán inevitablemente una serie de situaciones de interacción que finalmente desencadenan problemas ambientales”, señaló la doctora Nelly López Valdez, académica del Departamento de Biología Celular y Tisular de la Facultad de Medicina de la UNAM, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente que se conmemora cada 5 de junio.

En la décimo cuarta Conferencia sobre Ciencias Básicas, organizada por la Coordinación de Comunicación Social, la ponente habló acerca de los efectos que tiene la contaminación del medio ambiente en nuestra salud con base en las investigaciones realizadas por ella y su grupo de trabajo en el laboratorio con modelos murinos.

Durante la actividad “¿El ambiente incide en nuestro malestar o bienestar?” transmitida por YouTube y Facebook Live, la ponente explicó que en el estudio de los problemas ambientales existen la “vertiente azul” y la “vertiente verde”. “La vertiente azul está preocupada por los efectos del ambiente sobre la salud y el bienestar de la humanidad. En ella nos enfocaremos en esta ocasión”, indicó.

Según estadísticas de la Dirección de Monitoreo Atmosférico, en América, durante el año 2019, ocurrieron más de 380,000 muertes prematuras atribuibles a la contaminación del aire ambiente y hasta 93,000 muertes prematuras atribuibles a la contaminación del aire doméstico, pues “hay actividades del hogar que generan contaminación como el tipo de combustible usado para cocinar los alimentos”.

La Zona Metropolitana del Valle de México ha padecido constantemente de la contaminación de la atmósfera, mayormente conocida de forma general como contingencia ambiental. Este fenómeno ocurre debido a partículas suspendidas en el aire que son una mezcla compleja de agentes sólidos y líquidos, además de otros contaminantes. Materiales como plomo y vanadio se encuentran presentes en las partículas y, por su tamaño, pueden ingresar a nuestro organismo por la vía respiratoria y generar efectos nocivos a la salud.

En ese sentido, la doctora López Valdez explicó: “Las partículas suspendidas miden apenas micrómetros y se clasifican dependiendo su tamaño en PM10, PM2.5 y PM1; entre más pequeñas pueden ingresar a zonas más profundas de la vía respiratoria como los alveólos y de ahí hacia el torrente sanguíneo, lo que induce un problema sistémico”.

El vanadio es un metal de transición de importancia toxicológica, ya que es ampliamente utilizado en la industria metalúrgica y se encuentra en el petróleo extraído en nuestro país, por lo que los derivados de éste hacen que tenga presencia en la atmósfera. “Se ha observado en estudios que el vanadio ejerce efectos a nivel respiratorio, gastrointestinal, cardiovascular e incluso órganos como hígado, huesos y riñones”, aseguró la investigadora.

Gracias a sus investigaciones en modelos murinos, ha descubierto que el vanadio produce hiperplasia bronquiolar, modificación del fenotipo de las células bronquiolares y su actividad secretora; por consecuencia, estos efectos producen alteraciones directas sobre la función pulmonar.

Finalmente, la doctora López Valdez concluyó que las modificaciones en el ambiente inciden en nuestro estado de salud y, por lo tanto, en nuestro bienestar. También, enfatizó la importancia de reconocer nuestra participación en la modificación del ambiente, responsabilizarnos por ello y generar cambios que lo mejoren.

Por Fernando Jacinto