“Durante el primer trimestre del embarazo se pueden monitorear aspectos clave en el ultrasonido: diagnóstico, viabilidad y tamizaje, los cuales se realizan preferentemente de las 4 a las 6 semanas de gestación, 7 a 10 y 11 a 14, respectivamente; utilizándose las vías transabdominal o transvaginal, siendo la segunda una opción más certera de abordaje, siempre que la paciente acceda, ya que así se obtiene una mejor resolución del estudio”, aclaró el doctor José Luis De La Torre Gastélum, especialista en Imagenología Diagnóstica y Terapéutica por la UNAM.

El pasado 6 de junio se realizó la 6ª y última sesión virtual en el marco del 1er Congreso Internacional de Embriología Aplicada a la Clínica, en la que se presentó el tema “Imagenología embrionaria: Lo que el ultrasonido tiene que decir”, con el objetivo de que la audiencia comprenda la utilidad del cálculo de la edad gestacional real por ultrasonido, poder hacer un diagnóstico de viabilidad, reforzar el conocimiento sobre el desarrollo embrionario normal por ultrasonido y saber cuándo y cómo pedir un ultrasonido.

En la actividad moderada por el doctor Adrián García Cruz, Jefe del Departamento de Embriología Humana de la Facultad de Medicina de la UNAM, transmitida por YouTubeFacebook Live y la página del Congreso el doctor De La Torre Gastélum inició la conferencia con una explicación sobre las generalidades básicas e indispensables que giran en torno al ultrasonido. “Debemos evaluar el aspecto del sonografista, el equipo de ultrasonido, el reporte del mismo, los efectos biológicos y de bioseguridad”, indicó.

Durante el embarazo es necesario realizar como mínimo 3 ultrasonidos para monitorear el desarrollo del producto. En ese sentido, el expositor explicó: “El primer ultrasonido tiene como objetivo establecer la edad gestacional, viabilidad del embarazo, localización, número de embriones, corionicidad, amnionicidad y anomalías fetales mayores. También se deben identificar los signos tempranos de embarazo: reacción decidual, signo intradecidual, signo de doble decidua y vascularidad peritrofoblástica”.

Para obtener una edad gestacional precisa, el ponente remarcó la importancia de tomar tres medidas ortogonales del saco gestacional en ultrasonido y promediarlas (2 medidas en sagital y 1 en transversal). La precisión en estas mediciones es fundamental para calcular correctamente la edad gestacional y seguir de cerca el progreso del embarazo. El saco gestacional y el saco vitelino son estructuras distintas en ultrasonido. La medición del saco vitelino en la ecografía temprana es vital para determinar la viabilidad del embarazo, la posibilidad de gemelos y es un factor de riesgo importante a considerar.

Es esencial distinguir entre embrión y feto en el desarrollo prenatal para una evaluación precisa de la edad gestacional. El doctor De La Torre Gastélum recomendó considerar la longitud embrionaria máxima para evitar errores en la estimación de la edad gestacional. Destacó que la longitud cráneo-caudal es crucial para esta medición. “La posición fetal neutral ayuda a obtener mediciones precisas y sin errores. Para determinar la viabilidad del embarazo, es necesario evaluar la presencia y frecuencia del latido cardiaco”, señaló.

Finalmente, el especialista agradeció el espacio para hablar de un tema en el que, aunque es muy común tanto en la teoría como en la práctica clínica diaria, suelen cometerse errores durante su realización y la retroalimentación activa puede mejorar la calidad diagnóstica y de atención.

Fernando Jacinto