Mi nombre es Karen Dianey Davila Navarro. Soy una persona muy persistente y curiosa, cuando tengo un objetivo me gusta investigar y dedicarme a ello hasta que lo logro, esto me ha traído muchas cosas buenas en la vida.

Mi curiosidad me motivó a estudiar la Licenciatura en Investigación Biomédica Básica (LIBB). Recuerdo que cuando estaba en la preparatoria, había unas mesas donde ayudaban a los alumnos del último año a elegir una carrera, y vi que en el stand de la LIBB había unas fotografías de neuronas pintadas que llamaron mi curiosidad. Fue justamente por esta idea de que no podía concebir cómo podían pintar algo tan pequeño que opté por esta profesión.

Me enorgullece profundamente hacer investigación, ya que es impresionante estar en la línea entre lo conocido y lo desconocido, respondiendo preguntas que nadie más ha abordado hasta ahora. La capacidad de plantear una incógnita, descubrir algo nuevo y permitir que otros continúen esta investigación, aunque sea a un nivel muy básico, me parece realmente sorprendente.

Mi mayor logro hasta ahora ha sido definitivamente terminar la licenciatura. Soy la primera mujer de mi familia en ir a la universidad, y enfrenté grandes desafíos, especialmente por las dificultades económicas. Graduarme representó un hito significativo, considerando el esfuerzo y sacrificio que implicó.

Me aceptaron en la Maestría en Ciencias Biológicas de la UNAM, y aunque formalmente comenzaré en agosto, ya estoy emocionada por esta nueva etapa. Trabajaré con el doctor Juan Miranda Ríos, con quien realicé mi tesis de licenciatura, en un laboratorio ubicado en la Torre de Investigación del Instituto Nacional de Pediatría. Nos enfocamos en estudiar temas de genética de la nutrición, un campo fascinante en el que utilizamos un gusano con un ciclo de vida muy corto, esto nos permitió realizar experimentos en un tiempo mucho más reducido que con otros modelos animales, lo que resulta especialmente útil para investigar la genética de la nutrición y obtener resultados significativos con recursos más limitados.

El papel de las mujeres en la Investigación Biomédica es crucial. A pesar de que históricamente la mayoría de la investigación ha sido liderada por hombres, es fundamental incluir a las mujeres en todos los aspectos. Esto es importante en la Medicina, donde se necesitan medicamentos y tratamientos específicos para mujeres, por lo que nuestra participación en la ciencia garantiza una comprensión más completa de las enfermedades que afectan a ambos sexos, y promueve el desarrollo de tratamientos más efectivos y personalizados.

La igualdad de género en la LIBB representa un progreso hacia una participación equitativa en el campo. En generaciones pasadas, la predominancia masculina era evidente, aunque se destacaron excepciones notables como «las amazonas», una generación compuesta exclusivamente por mujeres.

Aunque persisten desafíos, como la representación desigual en posiciones eméritas, la presencia de profesoras y tutoras mujeres que colaboran con estudiantes muestra una dirección positiva hacia la igualdad.

Para aquellas mujeres que aspiran a seguir mi camino, mi consejo es que desafíen los estigmas de género y perseveren. Aunque a veces nos enfrentamos a comentarios desalentadores y a la desconfianza, es esencial recordar que nuestra valía no está determinada por nuestro género. Enfóquense en su amor por la investigación y no permitan que nada las detenga, sean persistentes, dedicadas, trabajen con empeño y determinación para alcanzar sus metas, porque son capaces de lograr todo lo que se propongan.

Mis planes futuros son diversos. En el corto plazo, mi meta es mejorar mi investigación, luego seguir con un doctorado, y después de completar mi formación académica, me gustaría obtener experiencia laboral como técnico laboratorista antes de centrarme por completo en la actividad científica.