Con el objetivo de reflexionar sobre el impacto de la violencia en la formación médica y el daño a la salud mental, la Coordinación de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM dedicó la tercera sesión del Seminario de Actualización en Salud Mental al tema “Violencia y salud mental en la educación médica: Reflexiones desde las Ciencias Sociales”.

La doctora Ana Carolina Rodríguez Machain, académica del DPSM y moderadora de la actividad, mencionó que la exposición a la violencia puede conducir a importantes problemas de salud mental, incluyendo ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático y, cuando se trata de la formación médica, se involucran, además, contextos particulares con varias formas de agresión, roles, jerarquías y elementos culturales que interactúan de manera directa en el desarrollo académico y, por lo tanto, en la futura práctica profesional.
Durante el evento transmitido por YouTube, la doctora María Alejandra Sánchez Guzmán, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina y experta invitada, abordó desde el punto de vista de las Ciencias Sociales a la salud mental y la violencia, la relación que guardan y su estudio en los ambientes educativos: “Las experiencias negativas en el entorno social, como la discriminación y el acoso, se asocian con un aumento del estrés, síntomas depresivos o internalizados en la infancia, vinculados con una menor autoestima y una experiencia de aislamiento social”.
Para la doctora Sánchez Guzmán, los factores culturales y sociales contribuyen a la causa de enfermedades mentales, ya que éstas se consideran el producto de una interacción compleja entre factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales: “Múltiples investigaciones han determinado que la exposición al racismo, discriminación y violencia afectan a la salud mental y el estigma disuade a muchos segmentos de la población a la búsqueda de ayuda”.

En ese sentido, explicó que, a través de las investigaciones realizadas a estudiantes de Medicina en temas de salud mental, se han encontrado altas tasas de depresión, ansiedad, síndrome de agotamiento profesional e ideación suicida: “Desde un contexto cultural, social y económico, en la educación médica hay una cultura determinada, donde las y los estudiantes ingresan a las universidades con grados importantes de estrés y ansiedad, historias de intensa competencia, presión social importante del éxito y bienestar financiero, y una cultura del perfeccionismo que los pone en situaciones de vulnerabilidad”.
Asimismo, comentó que, en los espacios hospitalarios, independientemente de que ahí se realice la formación médica, se dan una serie de interacciones complejas que permiten como sistema cultural la aparición de violencia: “Uno de los elementos más importantes para que exista esta problemática, es el tema de la jerarquía tradicional y la enseñanza mediante intimidación y humillación”.
En nuestro país, una de las formas más comunes de violencia son el acoso y el hostigamiento sexual, siendo los profesores los principales abusadores o los estudiantes de mayor rango, donde las especialidades de Cirugía, Medicina Interna y Anestesia fueron las que presentaron mayores índices de violencia: “Tristemente algunos estudios señalan que las mujeres sufren cuatro veces más hostigamiento sexual que los varones”, aseguró la doctora Sánchez Guzmán.
Para concluir su plática, la experta reflexionó que la violencia en los espacios de formación médica está íntimamente relacionada con un sistema cultural, y organizacional donde se permiten estas prácticas y la reproducción de patrones de agresión: “Esta configuración cultural incide en la aparición y/o agudización de padecimientos relacionados con la salud mental”.
Por su parte, la doctora Rodríguez Machain agradeció la presencia de los asistentes y extendió una invitación para ingresar a las sesiones del Seminario, que se realizan todos los viernes, de 8:00 a 9:30 horas.
Tomás Ortega