En el marco de la 22ª Conferencia de la Sociedad Internacional de Calorimetría Biológica, celebrada en el Salón de Eméritos del Palacio de la Escuela de Medicina de la UNAM, el reconocido científico y Profesor Emérito de la Universidad de Johns Hopkins de Estados Unidos, Ernesto Freire, recibió la medalla Lavoisier en reconocimiento a su trabajo en la aplicación de la calorimetría en el ámbito de la Medicina.
El evento fue dirigido por la doctora Alicia Ortega Aguilar, Presidenta de la ISBC, Profesora de Carrera Titular C en la Facultad de Medicina de la UNAM, y el doctor Thomas Maskow, Profesor en el Departamento de Biotecnología Microbiana del Centro Helmholtz de Investigación Ambiental en Leipzig, Alemania.
Durante la ceremonia de entrega el pasado 28 de octubre, la doctora Ortega Aguilar destacó la importancia de la calorimetría como un concepto fundamental en todos los aspectos de la vida. Además, señaló que esta conferencia es celebrada cada 2 años y reúne a especialistas de distintos países interesados en el estudio y la medición de la transferencia de calor, promoviendo un enriquecedor intercambio científico y cultural.
Por su parte, el doctor Maskow, encargado de entregar la medalla, al ser el previo galardonado con la medalla Lavoisier en la ISBC en Polonia, subrayó el valor que implica recibir este reconocimiento, especialmente en el ámbito de la calorimetría aplicada a la Medicina, enfatizando que Freire es el segundo científico de los Estados Unidos en recibir esta distinción, lo que resalta su gran contribución en el campo.
Por último, el profesor Freire agradeció a todos los presentes tras recibir esta medalla y reafirmó su compromiso de promover el uso de la calorimetría en futuras investigaciones científicas, con la esperanza de contribuir al crecimiento y a la expansión de este campo.
Calorimetría Diferencial de Barrido Diferencial (DSC) en Anticuerpos Monoclonales
Como parte de su reconocimiento, el profesor Ernesto Freire impartió esta conferencia, la cual fue moderada por el doctor Thomas Maskow, científico en el Departamento de Biotecnología Microbiana del Centro Helmholtz de Investigación Ambiental en Leipzig, Alemania, con el objetivo de abordar la aplicación de la calorimetría, la microcalorimetría isotérmica y la calorimetría diferencial de barrido en la evaluación y predicción de la estabilidad a largo plazo de anticuerpos monoclonales.
Durante su exposición, el profesor Freire señaló que la investigación en anticuerpos monoclonales ha experimentado un crecimiento exponencial en la industria farmacéutica y predijo que la venta de estos productos pasará a ser de 300 mil a 700 mil millones de dólares esta década. Además, destacó la importancia de la calorimetría en el desarrollo de estos productos, ya que permiten obtener información crucial que otros métodos no logran capturar.
Asimismo, indicó que las empresas farmacéuticas, al desarrollar anticuerpos monoclonales como medicamentos o sustancias, requieren que estos productos tengan una vida útil prolongada para asegurar su rentabilidad, remarcando que muchos de estos se preparan en soluciones con concentraciones que oscilan entre los 125 y los 200 mg/mL, y que, para que logren su estabilidad, estos necesitan mantener al menos un 5 por ciento de degradación por alrededor de un año.
Posteriormente, resaltó que la desnaturalización de estos anticuerpos puede ser irreversible, lo que no sigue una constante de equilibrio sino una constante de velocidad dependiente de la energía de activación. Además, mencionó cómo la suma de estas transiciones, ya sean reversibles o irreversibles, pueden determinar el perfil de estabilidad de un anticuerpo a través de ecuaciones específicas de la entalpía de Van’t Hoff y la capacidad calorífica de activación.
Fotografías: Carlos Díaz
En su charla, el profesor Freire presentó un análisis exhaustivo sobre la estabilidad de los anticuerpos monoclonales y el papel clave de la calorimetría diferencial de barrido (DSC) en su desarrollo. Explicó que, mediante la adición controlada de urea, se logró predecir la estabilidad de los anticuerpos en distintas formulaciones sin depender de estudios a largo plazo.
Finalmente, hizo hincapié en que la calorimetría se posiciona como una herramienta esencial y predictiva en el desarrollo de anticuerpos monoclonales, proporcionando datos de estabilidad y evitando la desnaturalización, y concluyó que esta técnica representa una ventaja sobre métodos tradicionales, al abrir nuevas posibilidades para avanzar en la industria farmacéutica y en la creación de sustancias más estables y efectivas.
Arturo Osorio