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“La magia fue algo que llegó a mi vida desde que era prácticamente un niño y que, a su vez, aproveché mucho en mi adolescencia y me llenó de muchas herramientas personales”, expresó Luis Ángel Bautista San Juan, quien es egresado de la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina de la UNAM y compartió cómo su pasión por la magia influyó en su práctica médica y su vida personal.

A la edad de los 6 años realizó un viaje de excursión a una fábrica, cuando un mago sorprendió a sus compañeras y compañeros al hacer aparecer y desaparecer pelotas rojas. Este momento lo dejó con ganas de descubrir más cosas. Posteriormente, un amigo le mostró un truco con una envoltura de chocolate, llevándolo así a explorar este mundo mágico.

Cuando cumplió 15 años, Luis Ángel (el mago Basani) se unió a una escuela dirigida por el mago José Antonio Godoy en la Ciudad de México, donde profundizó sus conocimientos y habilidades en este arte: “Él me enseñó de forma más consistente lo que era el mundo de la magia, y poco a poco me fui formando en este maravilloso mundo. Lo que puedo decir es que esto es algo que te llena demasiado, lo cual hace que no lo puedas dejar”, dijo.

De ser un niño tímido y retraído, la magia le permitió desarrollar habilidades de comunicación que fueron útiles durante su formación en la Medicina. Su capacidad de comunicarse con los pacientes se facilitó gracias a su experiencia en el escenario, donde aprendió a interactuar con el público. Además, la magia le enseñó que, si se quiere llegar a ser un buen profesional en el campo, uno debe de ser buena persona.

Para él, la magia y la Medicina comparten similitudes en términos de disciplina y concentración que, a su vez, también requieren de estar en constante actualización y aprendizaje: “La magia tú la ves como algo así muy chiquito, pero detrás de todo esto hay una cantidad inmensa de teoría, de psicología y de presentación. Por su parte, la Medicina es una disciplina en la que tienes que repasar todo el tiempo porque lo que aprendiste ayer ya no será válido”, destacó.

Asimismo, admitió que equilibrar sus estudios de Medicina junto con sus presentaciones de magia, no fue nada sencillo. Durante la preparatoria, la magia era más prominente para él en su vida, pero tras ingresar a la Facultad, su enfoque se centró más en la Medicina. Sin embargo, siempre mantuvo viva la chispa de la magia: “Sí me frené bastante, pero lo seguía practicando en las reuniones con amigos, pero ya no era tan común que hiciera presentaciones de magia, debido a que mi atención estaba muchísimo más enfocada en la carrera”, explicó.

Posteriormente, enfatizó que la disciplina y la constancia es fundamental en su vida, pero subraya que el amor y la motivación son aún más importantes. Además, aconsejó que a quienes desean seguir dos pasiones al mismo tiempo, intenten no dejar ninguna, pues muchos compañeros de la carrera dejaron atrás actividades que solían disfrutar, causándoles tristeza y nostalgia.  

Como egresado de esta Facultad, Luis Ángel Bautista pretende seguir creciendo como mago y como médico, aspirando a realizar una especialidad médica en el futuro. Asimismo, reconoció que, aunque por el momento la magia se quede en segundo plano, siempre estará presente, pues representa un rescate ante el estrés, la ansiedad y la depresión, proporcionando un espacio seguro y reconfortante en momentos difíciles.

Arturo Osorio