Pavel Alejandro Martínez Nieto, estudiante de 4º año de la Licenciatura de Médico Cirujano

Uno de mis autores favoritos (y héroe personal) es Alfonso Reyes, intelectual y diplomático fundador de El Colegio Nacional. En el noveno tomo de sus obras completas compila una serie de relatos sobre sus andanzas diplomáticas en el Brasil y la Argentina. Norte y sur es un preámbulo del meollo de la diplomacia y para introducirse a las culturas de estos países.

Durante el 18 y 19 de noviembre se realizó la reunión del G20 en Río de Janeiro, Brasil, ícono de la costa brasileña y sede de otros eventos mundiales. Durante dos días los jefes de Estado y ministros de economía de los 20 países con el mayor PIB del mundo discutieron los temas económicos, sociales y políticos que más urgencia requieren.

En agosto de este año tuve la oportunidad de participar con la delegación mexicana enviada a Río para tomar parte en las negociaciones y discusiones en la división de juventudes del G20. Por lo que mi tarea fue llevar a la discusión la perspectiva de la juventud mexicana en el ámbito del combate al hambre, la pobreza y la desigualdad. Lo que más me sorprendió fue la homogeneidad de pensamiento y propuestas que existe entre la juventud de países que aparentemente no tienen nada en común, sin embargo, los mejores vínculos se produjeron entre los países del sur global que se ven afectados por condiciones de explotación e imperialismo como Sudáfrica, Argentina, Indonesia y otros que la cosmovisión estadounidense ha declarado enemigos de la libertad como Rusia y China.

Tras un proceso de selección entre aspirantes de todo el país y de distintas áreas profesionales, me sentía en un ambiente atípico y poco propicio a mi área de experiencia, sin embargo, no sería la primera vez que un médico se ve involucrado en el mundo de las relaciones internacionales, dos ejemplos claros son el canciller Juan Ramón de la Fuente y el Secretario General de Naciones Unidas para la Juventud Felipe Paullier (colega argentino).

Las situaciones que más destacaron durante los días de negociación fue: 1) la insistencia del gobierno brasileño por legitimar el régimen actual entre las juventudes mediante el Y20 y la presencia de las delegaciones extranjeras como escaparate de la apertura multinacional del gobierno del presidente Lula da Silva, 2) la presencia/emergencia del bloque BRICS como contrapeso a instituciones de cooperación multilateral tradicionales como el G7 y el propio G20, 3) las políticas públicas y las propuestas que atienden la pobreza y la desigualdad, la inclusión y el cambio climático, sin pretenderlo directamente, tienen un impacto sobre la salud de las poblaciones involucradas.

Para concluir, aunque no sea el objetivo de nuestra formación, creo que nunca está de más que un médico extraviado llegue a estos foros a recordarle a los ministros de economía que la salud es más que un indicador y se traduce en la calidad de vida que puede alcanzar una persona, por lo que las políticas públicas deben tener como fin último, en el combate al hambre, la pobreza y la desigualdad, mejorar la salud de todas y todos.