“Es importante identificar la violencia de género en las prácticas institucionales de salud, ya que muchas veces está enraizada en las relaciones jerárquicas y normalizada”, afirmó la doctora Diana Patricia Guízar Sánchez, profesora titular “A” de tiempo completo del Laboratorio de Ciencias y Aprendizaje en el Departamento de Fisiología.

En el marco del Seminario Permanente de Género en Salud, la médica cirujana especialista en Psiquiatría y subespecialista en Psiquiatría infantil de la adolescencia ofreció una perspectiva de género de cómo se vive la violencia en la práctica médica desde distintas jerarquías y los factores que promueven la discriminación durante la especialización médica. 

Esta actividad moderada por la doctora Luz María Moreno Tetlacuilo, fundadora del Programa de Estudios de Género en Salud, y coordinada por la doctora Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez, coordinadora actual de dicho programa, fue transmitida por Facebook Live https://www.facebook.com/share/v/15pbgHdLX3/?mibextid=WC7FNe. La doctora Guízar Sánchez expuso que la violencia, como problemática social que se vive dentro de la comunidad médica, representa un desafío global al que nos hemos enfrentado desde hace mucho tiempo, y que durante años se ha normalizado y replicado. “Al estar esta violencia internalizada entre las jerarquías, se acepta pasivamente y no se reconoce”, mencionó la ponente. 

En médicos residentes que cursan sus estudios para realizar una especialidad, su impacto trasciende, ya que no sólo afecta de manera individual, sino que afecta la calidad de la atención médica a la comunidad y la seguridad del paciente, indicó.

Durante su presentación, la doctora Guízar mencionó que dentro de las principales formas de violencia ejercidas hacia la comunidad médica, resaltan tanto la violencia verbal en médicos de pregrado, como la discriminación de género en médicos de posgrado, enfatizando cómo la práctica médica es androcentrista y jerárquica, por lo tanto esto influye en el tipo de violencia que se ejerce. 

Para contrarrestar las diferentes formas de violencia ejercidas hacia médicos residentes, la ponente propone desarrollar sistemas de arbitraje y conciliación, tener mecanismos de apoyo a residentes y establecer sanciones a programas que no cumplan las políticas de maltrato, todo esto con el fin de visibilizar y atender la problemática presentada.