El 10 de febrero, en el auditorio “Dr. Raoul Fournier Villada”, se realizó la ceremonia de clausura de la generación 2024-1, integrada por 54 alumnos prestadores del Servicio Social Médico, quienes aprendieron “cómo dar vida después de la vida” en el Programa de Donación de Órganos y Tejidos con fines de Trasplante. También, se dio la bienvenida a los 55 estudiantes de la generación 2025-1 que se incorporaron a este programa a partir del 1 de febrero.

En su mensaje de bienvenida, el doctor Guillermo Hideo Wakida Kuzunoki, Secretario de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social de la Facultad, afirmó: “No sólo celebramos la culminación de largo estudio y sacrificio, sino también el inicio de una nueva etapa llena de oportunidades y desafíos”. 

Yael Ameraya Ruiz, en representación de los alumnos, aseguró que pertenecer a este programa fue de mucho aprendizaje no sólo teórico o técnico, sino humano, ético y moral, ya que tuvieron que transpolar y adecuar su entorno de trabajo para poder enfrentarse a escenarios difíciles para trabajar con recursos limitados: “La donación de órganos y tejidos representa escenarios con aristas diversas dependientes del papel o rol que poseamos, para el paciente y la familia receptora es una esperanza, es diferencia entre la vida y la muerte, para el donante y su familia es una contribución a la humanidad y la continuidad de vida”, afirmó.

Por su parte, el doctor Nathan Ortiz Lailzon, representante de los Coordinadores Hospitalarios de Donación de Órganos, resaltó que el programa forma líderes en donación que fungen como portavoces para beneficiar a los pacientes que se encuentran en lista de espera a pesar de que aún hay mucha gente que fallece esperando un trasplante de órganos. 

Finalmente, la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, Secretaria General de la Facultad, en representación de nuestra Directora, la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, agradeció y felicitó a los alumnos que culminaron su servicio social exitosamente deseándoles mucho éxito en sus próximos pasos profesionales ya que llevarán consigo esta gran experiencia como un sello distintivo en su carrera. “Nuestra profesión no sólo se trata de aplicar conocimientos y habilidades técnicas, sino también de trasladar lo aprendido con valores y empatía para brindar la mejor atención y cuidado a aquellos que más lo necesitan, especialmente al encontrarse en un proceso tan humano como lo es la donación de trasplantes de órganos y tejidos”. manifestó.

Matzayani Panfilo