“El uso de opioides ha sido un tema central en el panorama mundial actual y la Salud Pública durante las últimas décadas, debido a su impacto tanto terapéutico como social”, mencionó la doctora Jessica Mariana Hernández Olvera, académica del Departamento de Farmacología.
Durante la transmisión en YouTube, el pasado 20 de marzo en la actividad titulada “Actualidades, mitos y realidades en el uso de opioides”, organizada por el Departamento de Farmacología de la Facultad, la doctora Hernández dijo que algunos requisitos que se necesitan para tener éxito al momento de utilizar opioides son comprender el mecanismo de acción que tienen cada uno de ellos, saber en qué momento se deben indicar y cuál es su correcta vía de administración.


También explicó que los opioides inhiben las vías del dolor mediante la unión a los receptores de opioides que se encuentran en el Sistema Nervioso Central y que en la etapa de modulación se realiza una activación del sistema neuronal cortical descendente donde habrá liberación de endorfinas y encefalinas, de tal forma que aliviará el dolor.
Por otro lado, los cuatro mitos más frecuentes que existen acerca de los opioides son: “los opioides siempre conducen a adicción”, “la prescripción de opioides es innecesaria cuando existen otras alternativas”, “el riesgo de sobredosis con opioides sólo afecta a los usuarios recreacionales” y “el uso prolongado de opioides inevitablemente lleva a la tolerancia”. Sin embargo, la doctora Hernández Olvera recalcó que la realidad de estos mitos es que “no todos los pacientes que reciben tratamiento desarrollan adicción”, por lo que el uso controlado y adecuado de estos en un entorno médico, con un monitoreo adecuado, puede minimizar los riesgos. De igual forma, dijo que en algunos casos las “alternativas con AINES o terapias no farmacológicas pueden ser insuficientes en el dolor moderado o severo”.

Algunas de las manifestaciones que pueden causar el consumo de opioides son cambios en el estado de ánimo, sedación, vómito, tos, disminución de la frecuencia cardiaca y tensión arterial, broncoconstricción, peristaltismo disminuido y retención urinaria. También recalcó que las defunciones por consumo de opioides han tenido un incremento significativo a nivel mundial.
Finalmente, la doctora Hernández Olvera mencionó que, en México, el uso de fentanilo y su prescripción han registrado un aumento preocupante. De acuerdo con datos recientes, se han documentado 5,901 casos de atención en urgencias por consumo inadecuado de opioides, por lo que su uso controlado y bajo supervisión médica es clave para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos.


Matzayani Panfilo