El pasado 10 de junio se realizó la primera sesión del seminario “InspiraMed: Inspiración para enseñar, motivación para transformar”, organizado por el Programa de Profesionalización Docente a través de la plataforma Zoom con la actividad “Estrategias de evaluación formativa para profesores que dejan huella”, con el objetivo de fortalecer la calidad educativa y contribuir a la formación de profesionales de la salud altamente competentes y socialmente comprometidos, en concordancia con la Misión y Visión de la Facultad de Medicina.


Al inaugurar la actividad, la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, Secretaria General de la Facultad, compartió que “desde hace 10 meses se integró un grupo de expertos que conforman el programa de profesionalización docente aquí en la Facultad de Medicina, el cual tiene entre sus principales acciones el fortalecimiento de la comunicación y el acompañamiento a nuestro profesorado”. Asimismo, recalcó que este espacio busca impulsar prácticas docentes significativas que generen un impacto positivo en las aulas, y agradeció el trabajo del equipo organizador conformado por Laura Hernández, Jesús Marvin Rivera, Adriana Robles y Karem Mendoza.


En su exposición, la doctora Florina Gatica Lara, responsable del Programa de Evaluación del Desempeño Docente en el Departamento de Evaluación Educativa de la Secretaría de Educación Médica, explicó que la evaluación formativa o la evaluación para la enseñanza consiste en un proceso planificado continuo que se acompaña con una realimentación para promover la reflexión, tomar decisiones y mejorar el aprendizaje; también permite saber hasta dónde va el estudiante, dónde se encuentra y cómo puede lograr los resultados de aprendizaje tardado.



Por otro lado, existe un tipo de estrategia de evaluación formativa llamada gincana que “es una rotación de pequeñas estaciones formativas, pero de carácter educativo en la que vamos consolidando el trabajo en equipo y una serie de competencias como liderazgo, comunicación, entre otras y, por supuesto, muy acompañada de la realimentación”, compartió la doctora Gatica Lara.
De igual forma, la doctora Anayeli Mota, responsable de Evaluación del Departamento de Salud Pública de la Facultad, enfatizó que para tener una mejor respuesta de las y los alumnos es de gran ayuda generar una rúbrica con los aspectos que se desean evaluar: “Si nosotros armamos nuestra lista de cotejo, nuestra rúbrica o algo que sea lo que estamos solicitando, lo que nosotros queremos es que nuestros estudiantes lleguen con ese trabajo, ese instrumento de evaluación o lo que sea, va a ser mucho mejor tanto para ellos como para nosotros, porque entonces también ellos van a saber qué es lo que esperamos de este trabajo de evaluación”.



También explicó que la parte práctica y la parte clínica es el aprendizaje in situ, un lugar donde el estudiante va a poder desempeñar las competencias que ha aprendido a lo largo de la carrera y a lo largo de lo que lleve de su formación, por lo que es muy importante aplicar la evaluación formativa y la realimentación.


“La evaluación formativa no es un lujo, es una oportunidad cotidiana de conectar con nuestros estudiantes y dejar huella en su aprendizaje. No se trata de hacer más, sino de hacer diferente, con intención pedagógica y claridad. Si logramos que nuestros estudiantes se entiendan a sí mismos como aprendices, ya estamos evaluando para transformar”, concluyó la doctora Gatica Lara.
Matzayani Panfilo