Mi nombre es Berenice Palacios González, soy docente de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, donde imparto la asignatura de Bioquímica. A lo largo de mi formación académica y científica he descubierto una profunda pasión por la bioquímica y por comprender los mecanismos del metabolismo energético asociado a enfermedades, lo cual me ha llevado a desempeñarme destacadamente en el área de la investigación.

Decidí estudiar la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos porque, al revisar el plan de estudios de esa época, incluía materias como química orgánica e inorgánica, fisicoquímica, bioquímica, bioquímica metabólica, fisiología humana, fisiología celular y fisiopatología, las cuales siempre me habían interesado. Sentía una gran curiosidad por entender el metabolismo energético y su relación con ciertas enfermedades.

Durante mi proceso de titulación, me invitaron a formar parte de un laboratorio en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Ahí conocí a estudiantes que cursaban estudios de posgrado, y fue cuando descubrí la Maestría en Ciencias Bioquímicas de la UNAM. Al tratarse de un área de mi interés, vi una gran oportunidad para continuar mi formación. Más adelante, al darme cuenta de cuánto disfrutaba investigar y aprender sobre temas relacionados con la obesidad y las rutas metabólicas, decidí cursar el Doctorado en Ciencias Bioquímicas.

Elegir como líneas de investigación la genómica de enfermedades metabólicas y la genómica del microbioma fue un proceso muy orgánico. Desde mi formación como nutrióloga, y más adelante durante mis estudios de maestría y doctorado, las enfermedades metabólicas siempre fueron temas que me interesaron profundamente y que al día de hoy me siguen apasionando, lo que me ha llevado a ser Investigadora en Ciencias Médicas “E”, Jefa del laboratorio Envejecimiento Saludable del INMEGEN en el Centro de Investigación sobre el Envejecimiento (CIE-CINVESTAV Sur) y pertenecer al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, nivel 2.

Sin duda, he enfrentado retos tanto académicos como en el ámbito científico por el hecho de ser mujer. Sin embargo, creo que la mejor forma de superarlos ha sido continuar con mi preparación y trabajar con constancia. Considero que no hay mejor manera de derribar prejuicios que con la calidad del trabajo. Además, he tenido la fortuna de contar con una gran red de apoyo en todos los ámbitos, lo cual me ha permitido seguir adelante y alcanzar muchas de mis metas.

A lo largo de mi trayectoria he publicado en diversas revistas internacionales de alto impacto como British Journal of Nutrition Obesity. Desde mi experiencia, publicar es un proceso creativo y de aprendizaje. Los primeros artículos como autor correspondiente representan un reto, pero ver publicado y citado el fruto del trabajo de investigación es muy gratificante. Publicar enseña a ser paciente, estructurado y, algo muy importante, a argumentar frente a la crítica de los revisores y a pulir el trabajo.

A quienes, como yo, sienten pasión por la ciencia y la investigación, les aconsejaría poner especial atención a los pequeños detalles: figuras, tablas, ortografía y gramática. Como dice el dicho, “el diablo está en los detalles”; cuidar estos aspectos hace que un trabajo se vea pulcro, algo que tanto revisores como editores valoran enormemente.