El 3 de septiembre, en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”, la Comisión Local de Seguridad de la Facultad de Medicina realizó su octava sesión ordinaria, en la cual se presentaron avances en materia de protección civil, prevención de riesgos y protocolos de emergencia, además de aprobar lineamientos que benefician a la seguridad de la comunidad universitaria.
Para abrir la sesión, la maestrante Raquel Santos Mora, Jefa del Departamento de Protección Civil y Seguridad de la Facultad de Medicina, dio seguimiento a los acuerdos de sesiones previas, uno de los más relevantes fue la instalación del sistema de alertamiento sísmico en el edificio H, Torre de Investigación, realizada del 25 al 27 de agosto. La maestrante destacó que ya se efectuaron pruebas de audio, aunque se pidió a la comunidad que reporte aquellas áreas en las que tras el simulacro del próximo 19 de septiembre no se llegue a escuchar adecuadamente la alerta sísmica.



Por otro lado, en el edificio B se atenderán ajustes por deficiencias del audio del sistema de alertamiento sísmico en el tercer y quinto piso, mientras que en el edificio C se instalarán sistemas de alertamiento visual (estrobos) para garantizar la accesibilidad a personas con discapacidad auditiva.
Asimismo, la sesión tuvo como eje central la aprobación de dos protocolos clave: Atención a personas con discapacidad en situaciones de emergencia. El documento fue ajustado tras observaciones realizadas en la sesión anterior, incorporando una guía para el uso del lenguaje incluyente con enfoque interseccional. Además, se actualizaron las técnicas de evacuación para personas con movilidad limitada, elaboradas con apoyo de médicos pasantes de Servicio Social coordinados por el doctor Carlos Andrés García y Moreno, Coordinador de Servicios a la Comunidad.
Se informó que la capacitación práctica tendrá lugar en diciembre, en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
En cuanto al Protocolo de emergencias cardiovasculares, el doctor García y Moreno indicó que está enfocado en paro cardiorrespiratorio, infarto agudo al miocardio, accidente cerebrovascular, así como crisis y emergencia hipertensiva, basado en lineamientos de la American Heart Association (AHA).
“¿Cuál es el tema en estos contextos? Que generalmente las principales emergencias de contexto cardiovascular tienen alta mortalidad, alta incidencia, es decir, se presenta mucho en la población y van contra el tiempo”, indicó al señalar: “Queremos establecer como objetivo la identificación, atención inmediata y derivación de personas que presenten una emergencia cardiovascular en nuestras instalaciones, buscando reducir afecciones a su salud y aumentando las posibilidades de supervivencia”.
Para esto, comentó que dentro de las instalaciones de la Facultad de Medicina se cuenta con 10 desfibriladores externos automáticos (DEA) distribuidos en distintas áreas, además de electrocardiógrafos para diagnósticos rápidos. Otro punto importante fue la capacitación a integrantes de la comunidad, recalcando que es vital la preparación en distintas acciones de prevención y manejo de emergencias cardiovasculares, como cursos para proporcionar RCP efectivo, el estudio y conocimiento del algoritmo BLS, y escenarios de práctica y preparación para momentos críticos, por lo cual se realizarán 12 simulacros de emergencia cardiovascular durante el mes de septiembre al azar en horario y áreas.
El doctor García y Moreno también anunció la apertura de la Unidad de Diagnóstico Cardiovascular de la Facultad, lo que ampliará la capacidad de respuesta ante una situación que ponga en riesgo la vida.
Simulacros y cultura de prevención
Como parte de la agenda, se resaltó la relevancia de participar activamente en el Segundo Simulacro Nacional 2025 que se realizará el 19 de septiembre a las 12:00 horas, que conmemora los 40 años del sismo de 1985 y los 8 años del de 2017.
A su vez, se enmarcaron los objetivos específicos de este tipo de ejercicios, los cuales son observar y mejorar la capacidad de respuesta de la comunidad universitaria, fortalecer las brigadas de protección civil ya constituidas en la Facultad, probar la eficacia de los sistemas de alertamiento sísmico instalados en los edificios e integrar situaciones adicionales como urgencia médica dentro de los ejercicios, para incrementar el realismo y la preparación integral.
En ese sentido, se reconoció el trabajo realizado por todas las personas brigadistas, médicos pasantes del Servicio Social, personal administrativo y participantes en el simulacro del pasado 1 de septiembre en la Facultad de Medicina.
Las sedes externas de la Facultad de Medicina también se encuentran realizando acciones de prevención, como la sede de Fisioterapia ubicada en la colonia Del Valle que el 28 de agosto realizó un simulacro de sismo, liderado por el Coordinador de la licenciatura, maestro Luis Alberto Luja Ramírez, quien adelantó que en noviembre realizarán un simulacro de fuego incipiente y ejercicios con extintores.
Por otro lado, el Palacio de la Escuela de Medicina también cuenta con un Comité Interno de Protección Civil, coordinado para dar respuesta ante un movimiento sísmico; para el Segundo Simulacro Nacional 2025, se diseñará un escenario de urgencia médica para activar a sus brigadistas.
Finalmente, en materia de laboratorios, se recopilaron datos de 79 espacios con base en cinco indicadores de seguridad: reglamento interno, capacitación, controles administrativos de seguridad, equipos y sistemas de seguridad, así como la gestión de sus residuos. Antes de programar visitas a estos espacios, se desarrollarán formatos que les serán enviados a los responsables de los Laboratorios para mejorar áreas de oportunidad, como la digitalización de inventarios de sustancias químicas, bitácoras de mantenimiento, hojas de datos de seguridad, así como difundir recomendaciones de protección civil a los responsables de los Laboratorios.
Jorge Ugalde y Daniel Gallardo
						
							
			
			
			
			

