El gaslighting obstétrico fue el tema expuesto en la sesión 178 del Seminario Permanente de Género coordinado por la doctora Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez, el pasado 2 de septiembre. El gaslighting es una manipulación psicológica que hace dudar a las pacientes de su propia percepción y sensaciones durante la atención médica, explicó la doctora María Eugenia Gómez López, psicóloga especializada adscrita al Departamento de Neurociencias del Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” e Investigadora Nacional Nivel I.

Durante la sesión del Seminario Permanente de Género en Salud, la doctora Gómez López definió este fenómeno como “una manifestación de violencia estructural dentro del sistema de salud. El gaslighting médico ocurre cuando el personal de salud ignora, minimiza o duda de que la mujer tenga una buena salud mental cuando está refiriéndose a sus síntomas”.

También habló del término y de cómo se traslada al ámbito obstétrico: “el origen proviene de una película homónima, se refiere a una forma de abuso psicológico donde se hace que una persona cuestione su propia cordura. A la mujer se le descalifica, se minimiza su conocimiento intelectual, es decir, ‘ella no sabe’. Aunque la mujer sabe lo que está sintiendo, la respuesta es ‘no, eso no es, el experto soy yo’”.

La investigadora describió cuatro formas concretas en que se niega la participación de las mujeres durante su atención: “Negación de la humanidad, las tratan como cuerpos y no como personas, las mujeres pasan de ser sujetos agentes, protagonistas, a ser objetos médicos de estudio. Negación del conocimiento, se invalida su propio conocimiento corporal e intelectual, sus emociones, juicios y conocimiento están subordinados a la perspectiva experta del médico. Negación de la racionalidad: se les tacha de ‘histéricas’, ‘conflictivas’ o ‘que no colaboran’ cuando cuestionan procedimientos. Negación de los sentimientos: se menosprecian sus emociones, aquellas que lloran, aquellas que gritan, pues son ‘quejumbrosas’, ‘exageradas’, ‘dramáticas’”.

En la sesión, moderada por la doctora Luz María Moreno Tetlacuilo, fundadora del Programa de Estudios de Género en Salud, la ponente advirtió que es urgente un trabajo en conjunto y validar las experiencias. “Validemos percepciones y emociones, contextualizamos, hay que ayudar a integrar todo ese mundo de información en empoderarlas y hacerlas que participen en su tratamiento, el objetivo final debe ser una atención de calidad centrada en las pacientes”.

Miguel Garduño