El abuelo de María Guadalupe Camargo Ávila fue un pugilista profesional. De su voz escuchó sobre sus peleas, las cuales le atrajeron y motivaron para practicar este deporte. Ya cuenta con dos años de entrenamiento en el gimnasio que la ha visto crecer: “El templo”, ubicado en San Francisco Tlaltenco, Tláhuac.

Su preparación depende de la pelea que realizará. Una semana antes aligera sus prácticas para relajarse. El día anterior lo ocupa para distraerse y descansar. Así, la mañana de la pelea recibe una plática para salir motivada.

Su método de preparación ha funcionado de manera óptima, pues ha ganado una pelea oficial de la Federación Mexicana de Boxeo, y otras durante los entrenamientos. “Arriba del ring siento nervios, después es mucha emoción. Los golpes duelen, pero hace que quiera dar más”, aseguró la estudiante de primer año de la Licenciatura de Médico Cirujano.

El próximo 29 de noviembre se convertirá en la primera representante femenina de box de la Facultad de Medicina en los Juegos Universitarios 2018, lo que la llena de orgullo y hace sentir privilegiada, pues competirá por la institución en la que se está formando como futura profesionista de la salud y le gustaría ganar una medalla para retribuirle algo de lo mucho que le ha dado.

Lili Wences y Víctor Valencia