A mediados de los cincuenta Leo Sternbach descubrió las benzodiacepinas (BZD), 30 años después se introdujeron a la práctica clínica. Actualmente conforman el grupo de fármacos más utilizado para el tratamiento de la ansiedad, además son empleadas como anticonvulsivos, relajantes musculares e inductores del sueño, como clonazepam, diazepam y alprazolam.

El doctor Andrés Barrera Medina, psiquiatra adscrito a la Clínica de Trastornos del Sueño, explica que su efectividad se debe a que actúan al nivel del ácido gamma-aminobutírico (GABA), que es un neurotransmisor inhibitorio, el cual ayuda a comunicar a las diferentes neuronas y permite estados de relajación.

Sin embargo, el especialista también advierte que el uso prolongado de las BZD puede ser contraproducente, pues después de un mes de uso hacen que se altere el sueño: “Van a producir un incremento en la fase de sueño superficial y, por lo tanto, ocasionan muchos despertares. Además pueden generar problemas de dependencia, tolerancia y adicción”. Agregó que en personas mayores de 60 años, pueden provocar caídas y recientemente se les ha relacionado con el desarrollo del Alzheimer (uso mayor de cinco años).

El sueño es importante porque al dormir se liberan diferentes sustancias que producen un estado de bienestar. De acuerdo con el doctor Barrera Medina al hacerlo mínimo siete horas diarias se genera una disminución en la glucosa y el cortisol, lo que contribuye a prevenir algunas enfermedades cardiovasculares y la obesidad.

El psiquiatra también menciona que la duración del dormir varía dependiendo de la edad, pues las actividades son diferentes a lo largo de la vida y la etapa N3 de la fase No-REM, conocida también como estado delta o sueño profundo, disminuye conforme la edad aumenta. De tal forma que los niños necesitan dormir 11 o 12 horas, los adultos mínimo siete y las personas mayores al menos seis.

Para lograrlo, el especialista recomienda realizar medidas de higiene del sueño, tales como tener una hora fija para dormir y levantarse, evitar ver el reloj si te despiertas a mitad del ciclo de sueño, no utilizar el celular antes de dormir, hacer ejercicio por la mañana y tener actividades relajantes por la tarde como yoga, Tai Chi o meditación.

Si a pesar de ello hay alteración en el sueño como falta de descanso, insomnio, somnolencia o ausencia de concentración y dificultad para levantarse o dormir por más de tres semanas, el especialista recomienda acudir a la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, la cual atiende a cualquier persona que sufra alteraciones, para recibir un diagnóstico adecuado y tratamiento de ser necesario.

Además, la clínica atiende a personas que consumen benzodiacepinas, ya que para disminuir o suspender su uso, muchas veces se requiere terapia cognitivo conductual y/o medicamentos.

“No hay que dejarle todo al medicamento para que haga efecto en el sueño. Muchas personas tienen la idea de que necesitan algo para lograr dormir, pero éste es un proceso natural que se puede concretar si uno realiza hábitos de sueño”, precisa el doctor Barrera Medina, quien asegura que existen tratamientos más efectivos que las BZD y que no generan adicción, pero que necesitan ser prescritos por un especialista.

Samedi Aguirre