La tecnología CRISPR-Cas9 fue descubierta como la conocemos en 1993 por el doctor Francisco Juan Martínez Mojica; algunos científicos trabajaron varios años en diversas investigaciones, hasta que entre 2012 y 2013 alcanzó la aceptación de la comunidad científica gracias a los estudios de la doctora Emmanuelle Marie Charpentier.

El doctor José Alberto Campillo Balderas, Técnico Académico Titular “A” del Laboratorio de Origen de la Vida de la Facultad de Ciencias de la UNAM, explicó que esta idea del sistema CRISPR-Cas9 se dio gracias al estudio de las arqueas, organismos unicelulares que no tienen núcleo. Mojica analizó particularmente a las haloarqueas (organismos que viven en altas concentraciones de sal), dándose cuenta que presentaban fragmentos de ADN cortos, repetidos y regularmente espaciados en su genoma. Estos fragmentos son derivados de unos virus llamados fagos que infectan a estas arqueas.

El genoma arqueano adquiere estos fragmentos para reconocer y defenderse de estos patógenos. Algunas bacterias también presentan secuencias CRISPR, pero son inexistentes en protistas, plantas, hongos y animales.

En el marco del Simposio “¿La edición genética producirá mejores humanos? El Caso de He Jiankui y las gemelas diferentes”, el especialista mencionó que gracias a estos descubrimientos el doctor Martínez Mojica nombró a esta técnica como CRISPR-Cas9, que en español quiere decir: repeticiones palindrómicas cortas, agrupadas y regularmente interespaciadas.

Por su parte, el doctor Patricio Santillán Doherty, director Médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”, explicó que He Jiankui es un científico que estudió Biofísica y se interesó en la Genética; en noviembre de 2018 anunció en un video a través de su cuenta de Youtube, que habían nacido los primeros seres humanos, unas gemelas, a quienes se les editó el material genético mediante la técnica del CRISPR-Cas9. En medio de contradicciones, indicó que él sólo había modificado un gen, a manera de una vacuna para “prevenir el VIH”.

Detalló que la proteína CCR5 y la molécula CD4 están en la membrana de los linfocitos, y funcionan como un facilitador para permitir la entrada del VIH al linfocito, y de esta forma infectarlo. La teoría dice que si se bloquea el CCR5, se impide que entre el VIH causando infección.

El análisis de este caso indica serias inconsistencias e irregularidades de índole metodológico, ético y regulatorio, las cuales ponen en duda la seriedad del grupo investigador: a) se modificaron células embrionarias que fueron germinadas y gestadas hasta el nacimiento de las gemelas (las cuales se convierten en un modelo experimental que requiere evaluación continua), b) el beneficio y los riesgos son inciertos (no “previene VIH”, supuestamente evita que el virus entre al linfocito, lo cual está por demostrarse), c) hay irregularidades serias en el proceso de consentimiento informado (otras personas decidieron por las gemelas), d) irregularidades en el proceso de evaluación y registro, y e) conflictos de interés del investigador, concluyó el doctor Santillán Doherty.

Samantha Cedeño