El 21 de junio de 1578 se aprobó la primera Cátedra de Medicina, la cual se inauguró oficialmente hasta el 7 de enero de 1579 en la Real y Pontificia Universidad de México, antecedente de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ésta es la más antigua del país y del continente, e incluía todo el conocimiento médico de su época.

La clase se dividió en dos horarios, uno por la mañana en donde se estudiaba el cuerpo sano, y la segunda por la tarde, analizando enfermos. Ambas estuvieron basadas en los tratados de Hipócrates, tales como: Los pronósticos, Las epidemias y Los aforismos. En 1621 se agregaron dos cátedras más: Anatomía y Cirugía.

A mediados del mismo siglo se impuso un modelo teórico y práctico que incluyó la disección de cadáveres. Gracias a las cátedras, inició una tradición médica que rindió frutos cuando el 29 de marzo de 1799, el Real Tribunal del Protomedicato de la Nueva España expidió una licencia formal con la que se tenía la facultad para atender pacientes y ejercer la práctica médica remunerada.

Eric Ramírez