Uno de los retos más importantes que actualmente se tienen en materia ambiental es el tratamiento y la disposición adecuada de los residuos peligrosos en México. Una de las principales industrias generadoras de éstos es la farmacéutica, la cual está formada por compañías que desarrollan técnicas nuevas para producir y vender medicamentos que son utilizados en el sector salud con la finalidad de prevenir y curar enfermedades. Por lo cual, es de suma importancia dar un manejo adecuado a los medicamentos caducos, generados por hospitales, industrias y casas habitación.

Actualmente existen ya técnicas de destrucción adecuadas y reciclaje de medicamentos caducos, cuyos procedimientos permiten que la basura tenga una segunda vida, o bien, se ha encontrado la forma de deshacerse
de aquellos productos químicos que afectan a las personas o al ambiente.

En la conferencia “Medicamentos caducos: sus alternativas de tratamiento y disposición final”, organizada por la Comisión de Bioseguridad de la División de Investigación de la Facultad de Medicina, el ingeniero Alejandro Merin, director general de Química Wimer, informó que desarrollan un proyecto en donde aprovechan las cajas, el aluminio y las sustancias de cada pastilla o jarabe y que estos últimos son destruidos por digestión de ácidos, con una baja emisión de contaminantes para cuidar el medio ambiente.

También explicó lo que ocurre una vez que pasan por esta primera etapa del proceso: “El polvo seco del medicamento lo combinamos con álcali y mezclándolo con aguas residuales, se deshace. Se seca en una máquina rotatoria donde podemos alternar temperaturas de 300 a 600 grados. Esto significa que toda la parte orgánica se va a descomponer”.

Ante académicos, alumnos e investigadores reunidos en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”, detalló que con el cartón han logrado crear un material que puede sustituir a la madera o a la tablaroca, a un menor costo.

“Cada vez hay más presencia de fármacos caducos en mercados y tianguis. Lugares que no son adecuados para su venta y que la gente de escasos recursos los compra con la idea de que les servirá para sus enfermedades, lo cual no es así”, concluyó el ponente.

De las envolturas de aluminio que protegen a los medicamentos, a través de técnicas especiales, se ha conseguido recuperar casi cualquier tipo de metal (en su forma líquida), lo que permite su reutilización de forma segura.