Con responsabilidad y orden, fue como la comunidad de la Facultad de Medicina participó en el primer Macrosimulacro del año realizado el pasado 20 de enero, en punto de las 11 horas, tras escuchar la alerta sísmica. El escenario en el que se recreó fue un sismo de 7.0 grados, con epicentro en Acambay, estado de México.

Tanto en las instalaciones de la Facultad como en sedes externas, estudiantes, investigadores, académicos y administrativos siguieron el protocolo establecido. Quienes se encontraban en los primeros dos pisos de cada edificio evacuaron, mientras que los de niveles superiores realizaron repliegue en las zonas de menor riesgo para, posteriormente, descender hasta llegar a la zona de seguridad.

El objetivo fue entrenar a la población para tener una mejor respuesta ante situaciones reales, de tal forma que puedan salvaguardar su vida y a su vez evitar ataques de pánico o situaciones adversas que dificulten proteger su integridad.

Diana Karen Puebla