“Existen barreras para que las personas con trastornos mentales puedan vivir una vida digna y autónoma, sin discriminación y en condiciones de igualdad”, consideró el psicólogo Juan Carlos Cea Madrid, investigador de la relación salud mental-movimientos sociales en América Latina, al advertir que se requiere la participación activa de la ciudadanía para resolver los desafíos respecto al tema.

Durante la videoconferencia “Por el derecho a la locura. La reinvención de la salud mental en América Latina”, el también activista del colectivo “Locos por nuestros derechos”, mencionó que existe una escasa intervención de las personas en los espacios de toma de decisiones y en programas y normativas de salud mental, lo que ha limitado los avances de la reforma psiquiátrica y la implementación de un enfoque de derechos en el marco de la institucionalidad.

Pese a ello, en los últimos años han comenzado a surgir movimientos en Latinoamérica, donde activistas impulsan un marco de valoración y reconocimiento de las identidades que conforman el campo de la diversidad psicosocial, en la perspectiva de imaginar y proyectar acciones colectivas por la defensa de derechos. Tal es el caso de “Madres de Plaza de Mayo”, asociación argentina, y de la “Red Latinoamericana y del Caribe de Derechos Humanos y Salud mental”.

Recordó que, en mayo de 2018, se efectuó el 1er Encuentro Latinoamericano de Salud Mental y Movimientos Sociales en Santiago de Chile, con el propósito de intercambiar experiencias de investigación social, crítica y trabajo comunitario en el campo; naciendo así la “Redesfera Latinoamericana de la Diversidad Psicosocial”, un espacio de organización pionera en defensa del derecho a la voz propia y capacidad de autodefinición de las personas que han sido estigmatizadas por sus diagnósticos psiquiátricos en América Latina.

“Con las acciones anteriores, se da apertura a un nuevo ciclo de luchas y a la inauguración de un nuevo escenario de articulación colectiva en el ámbito latinoamericano, planteándose, además, leyes de salud mental más progresistas que proponen la protección de los derechos fundamentales y de los aspectos básicos para estas personas”, señaló.

En la tercera sesión del Seminario Permanente de Salud Pública, el psicólogo Cea Madrid agregó que “hay que democratizar los procesos de toma de decisiones y la distribución del poder en el campo de la salud mental y garantizar la independencia y autonomía de la diversidad psicosocial”.

Para lograr que la atención en salud mental sea participativa, integral, continua, preventiva y basada en los derechos humanos, se necesita no sólo de la participación del personal de salud, sino de toda la sociedad.

Mariluz Morales