A fin de proporcionar información veraz y útil para los estudiantes del área de la salud y que a la vez sea de ayuda en la toma de decisiones, así como en la ejecución de acciones preventivas y de control, se realizó el simposio “CoVID-19: Coronavirus, una emergencia de salud internacional”, donde especialistas de la Facultad de Medicina de la UNAM abordaron diferentes aspectos.

Estos virus se conocen desde mediados del siglo pasado, los cuales retomaron relevancia en 2002, cuando en China surgió el SARS-CoV, el MERS en al año 2012 en Arabia (cuyo principal mecanismo de transmisión identificado fue el contacto estrecho entre camellos y humanos), y ahora en 2019, nuevamente en China, el virus SARS-CoV2, que produce el coronavirus (CoVID19 por sus siglas en inglés), señaló la doctora Rocío Tirado Mendoza, profesora del Departamento de Microbiología y Parasitología.

“El coronavirus es un virus emergente, en el cual se consideran tres puntos principales: primero, el salto inter-especies, donde el ser humano se encuentra entre los nuevos hospederos; segundo, el rol de las proteínas en la mutación del virus, ya sea proteínas no estructurales y accesorias, implicadas en la regulación y transcripción, y las proteínas estructurales, relacionadas con la entrada del virus a su célula blanco, y el tercero, el sitio de replicación viral”, señaló la viróloga.

Respecto a la presentación clínica de esta enfermedad, la doctora Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica, mencionó que en los humanos causa desde resfriado común hasta neumonía. “El cuadro leve se caracteriza por fiebre, malestar general, tos, rinorrea hialina y mialgias; mientras que en los casos graves se puede desarrollar neumonía similar al SARS con dificultad respiratoria, tos seca, disnea, sibilancias e hipoxia progresiva, que llega a insuficiencia respiratoria severa en ocho días”, señaló.

Esta enfermedad tiene un periodo de incubación de cinco a siete días, con un rango de uno a 14 días, se transmite por contacto con secreciones de las vías aéreas, expulsadas al hablar, toser o estornudar, y afecta principalmente a personas mayores de 40 años. Cabe señalar que no se cuenta aún con tratamiento antiviral o vacuna.

El doctor Malaquías López Cervantes, académico del Departamento de Salud Pública, hizo hincapié en el rol central de la prevención: “el lavado de manos es primordial, es importante saber que el usar cubrebocas no previene el contagio, pero sí tiene un papel muy importante en limitar la dispersión de la enfermedad”.

Por su parte, la doctora Xcarelt Vite Velázquez, de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero, indicó que si se tiene enfermedad respiratoria, es preferible quedarse en casa, usar cubrebocas para disminuir el contagio, evitar lugares donde hay conglomerados, al estornudar o toser hacerlo con el ángulo del codo o en un pañuelo, no automedicarse, y ante tos y fiebre, acudir al médico.

Asimismo, algunas medidas generales para quien viajará son: evitar hacerlo si está enfermo; acudir al médico si durante el viaje presenta fiebre, tos o dificultad respiratoria; evitar contacto con personas visiblemente enfermas; lavado de manos frecuente; evitar tocar ojos, nariz o boca; comer alimentos completamente cocidos, así como contar con esquema actualizado para influenza y sarampión.

Victor Rubio