Trabajar con cadáveres reales en una facultad como la de Medicina, resulta fundamental para garantizar la calidad en enseñanza y la experiencia práctica de sus estudiantes. Por ello, cada año, las autoridades piden cuerpos al Instituto de Ciencias Forenses, y una vez entregados se tiene un año y siete días para trabajar en ellos; sin embargo, ese tiempo es reducido por los procesos químicos requeridos para su preservación.

Para resolver este problema, el Departamento de Innovación en Material Biológico Humano de la Facultad de Medicina, liderado por el doctor Diego Pineda Martínez, trabajó durante un año con la finalidad de crear una fórmula que sustituyera al carbowax, y todos los pasos requeridos para salvaguardar un cadáver. El procedimiento, dada su eficacia, ya se encuentra en camino de ser patentado.

“El obstáculo del tiempo nos llevó a buscar soluciones y tomamos como base la técnica que ya existía. Durante nuestra búsqueda en la literatura no encontramos algo en específico. Entonces fuimos experimentando durante un año, hasta que logramos una formulación que nos permitiera reducir el procedimiento a 15 días, y sin inmersión en líquidos. Únicamente utilizamos una inyección intraarterial a través de la carótida o la femoral, e introducimos el líquido y dejamos reposar el cuerpo por uno o dos días. Luego lo metimos a una cámara de congelación por 13 días. Cuando salió estaba listo para que se empezaran a hacer prácticas”, explicó el doctor Pineda Martínez.

Anteriormente, el proceso requería un tiempo de espera de alrededor de tres meses, en donde el cadáver era sumergido en distintos líquidos, lo cual acortaba el tiempo con que podían interactuar en las aulas y aumentaba la exposición a líquidos dañinos para la salud.

Asimismo, el uso de formol ocasionaba daños en el material, lo cual afectaba las prácticas de pregrado, pues en disecciones anatómicas, cuando los alumnos debían separar la piel, el tejido celular y los músculos, se observaban texturas acartonadas, muy lejos de lo que sería una práctica real.

Beneficios para más universidades

La nueva fórmula desarrollada no sólo beneficiará a los estudiantes de la Facultad de Medicina, sino a los de más de 30 universidades autónomas, públicas y privadas, que dependen de los cuerpos que se preparan y certifican dentro de estas instalaciones. Además, hay otras facultades que pueden utilizar este método.

“Ya nos han pedido la formulación para la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Entonces también ayudaría en la preparación de animales, y con el tiempo beneficiaría a todas las escuelas de Veterinaria. Por otro lado, hemos tenido peticiones concretas de la Universidad de San Marcos de Perú para enseñarles todo este proceso y en algún futuro podamos mandar el líquido. Habrá muchos beneficiados con esto”, indicó el doctor Pineda Martínez.

Eric Ramírez