Actualmente, en el laboratorio de David Baker, ubicado en el Instituto de Diseño de Proteínas de la Universidad de Washington de Estados Unidos, se desarrolla una vacuna a base de proteínas sintéticas para combatir la COVID-19. Y es la egresada de la Licenciatura en Informática Biomédica Básica (LIBB), la maestra en Ciencias Susana Vázquez Torres, quien explicó acerca de este tema.

Estas proteínas sintéticas pueden diseñarse para realizar funciones que por sí mismas las naturales no pueden lograr, por ejemplo, realizar reacciones químicas que no existen en la naturaleza, pero que pueden ser de utilidad farmacéutica, además podrían dar lugar a nuevos materiales con mejores propiedades.

Recientemente, se ha observado que estas proteínas son excelentes plataformas para crear nuevas vacunas. “En comparación con las vacunas tradicionales tienen muchas ventajas, pues en la superficie de la nanopartícula se puede colocar una gran diversidad de antígenos provenientes del virus, en un arreglo ordenado y repetitivo, ya que se ha demostrado que el sistema inmune desencadena una respuesta más fuerte si el arreglo lleva estas características”, señaló la maestra en Ciencias Susana Vázquez.

Asimismo, debido a su naturaleza artificial son mucho más resistentes a la desnaturalización térmica, en comparación con las naturales, lo que da una gran ventaja, pues las segundas deben de estar en refrigeración para evitar dicho proceso.

Aunque no está trabajando en dicho proyecto, la maestra Vázquez Torres sabe que las nanopartículas se diseñaron correctamente, además de que el ensamblaje ha sido exitoso, por lo que se han iniciado las pruebas experimentales.

La egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM actualmente trabaja como investigadora invitada en el laboratorio de David Baker, y en septiembre iniciará un doctorado en la Universidad de Washington en el Departamento de Bioquímica en el programa Biological Physics Structure and Design.

Diana Karen Puebla