Como es bien sabido, la información que se comparte día a día es muy amplia, sin embargo, esto no garantiza su veracidad, pues a veces se comparten noticias falsas. Esto se nota aún más en la situación que se vive a nivel mundial por la pandemia de COVID-19, pues a diario la gente puede leer avances o nuevos medicamentos para curar la enfermedad, sin embargo, las falsas noticias pueden traer consigo consecuencias graves. Por tanto, es importante conocer qué se sabe hasta hoy sobre el tratamiento para la enfermedad.

“Para saber qué medicamentos son útiles, debemos conocer en qué fase de la enfermedad se encuentra la persona a partir de su expresión clínica. Al inicio de la pandemia se comenzaron a utilizar diversos fármacos, que para el día de hoy ya se ha demostrado su poca o nula efectividad en la inactivación del virus, por ejemplo, la cloroquina e hidroxicloroquina, que además de ser ineficaces, se comprobó que producen reacciones secundarias severas a nivel cardiaco”, señaló el doctor Omar F. Carrasco, jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, durante la plática “Tratamiento farmacológico de la enfermedad COVID-19. Evidencia y actualización”, transmitida por Facebook Live de la Facultad.

“Cuando se tiene un medicamento, es necesario hacer un estudio clínico controlado y aleatorizado, ya que esto nos permitirá ver los resultados reales del tratamiento administrado. Por ejemplo, con la COVID-19 se harían dos grupos balanceados, es decir, ambos con pacientes con y sin comorbilidades y edades variadas; a un grupo se le daría el medicamento a estudiar y al otro un medicamento sin la sustancia activa o placebo, esto permitirá ver la efectividad, y disminuirá los sesgos”, explicó la doctora Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad.

Para que un estudio sea publicado debe pasar por muchos filtros en los que se realizan revisiones exhaustivas, lo que puede hacer que tarde hasta seis meses, no obstante, debido a la pandemia, diversas revistas comenzaron a hacer prepublicaciones, lo que ha generado que la información se comience a difundir sin tener la certeza de efectividad y esto pasó con estudios sobre hidroxicloroquina y azitromicina, en los que se afirmaba que eran posibles tratamientos, pero para el 17 de junio se anunció la interrupción del primer medicamento por las complicaciones que generaba.

“Por tanto es importante que la población tenga cuidado con la información, además que considere que hasta el día de hoy no se ha encontrado un medicamento antiviral que funcione. Recientemente se publicó en el estudio RECOVERY que la dexametasona disminuyó la mortalidad en un 30 por ciento en pacientes intubados con ventilación mecánica y un 20 por ciento en pacientes que requirieron apoyo con oxígeno. Se debe tener en cuenta que los medicamentos deben de ser administrados bajo supervisión médica”, concluyó la doctora Wong Chew.

Diana Karen Puebla