Durante tres días, cientos de personas cortaron su cabello para ayudar a los niños con cáncer, en el “Trenzatón: un cambio de look con causa”, organizado por la Liga Estudiantil Médica Puma (LEMEP), la Coordinación de Servicios a la Comunidad (CSC) de la Facultad de Medicina (FM) y la asociación México Sonríe.

Los días 26 de febrero, 1 y 2 de marzo, la explanada de la FM recibió a donantes de todas las edades para que alumnos de la Escuela de Belleza Intercontinental cortaran 30 o más centímetros de su cabello trenzado. Más de 2 mil trenzas fueron donadas.
Itzuri Castillo Contreras, estudiante de segundo año de la Licenciatura de Médico Cirujano y una de las coordinadoras del evento, explicó que, para un niño que ha perdido el cabello por el cáncer, una peluca es importante para recuperar su confianza y continuar de la mejor manera posible su estilo de vida.

Recordó que la idea de hacer el “Trenzatón” en la UNAM surgió por la inquietud de diferentes personas que querían donar su cabello, pero no sabían dónde. “Con ayuda de la LEMEP, comenzamos a crear el evento hace seis meses. Hicimos la colaboración con la asociación México Sonríe, que elabora las pelucas y las entrega de manera gratuita a los niños”, señaló quien también fue la primera en donar su cabello en el “Trenzatón”.

A decir de la alumna de tercer año, Fernanda Escandón Brito, quien también participó en la actividad, no hay muchas campañas para donación de cabello, por lo que es importante que la Universidad realice este tipo de eventos. “Vale la pena porque va a hacer feliz a alguien que está sufriendo. El cabello te va a crecer de todos modos en unos meses o en un año”, dijo.
Por su parte, Erik Fernando López Martínez, presidente local de LEMEP, informó que una peluca está conformada por entre 15 y 20 trenzas de donadores, por lo cual es muy importante la participación colectiva.

El doctor Carlos Andrés García y Moreno, responsable de la CSC, expresó su agradecimiento a todos los participantes y a los organizadores. “Enorgullece la actitud de los universitarios. Esta propuesta nació de su espíritu, de su deseo de demostrar que los médicos van más allá de estar en la cabecera del paciente. Hay muchas formas de ayudar a otros, además de hacer un diagnóstico o interpretar radiografías, y ésta es una muestra de que podemos dar lo mejor de nosotros a quienes más lo necesitan”.

Mariana Montiel