A partir del 5 de marzo, la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM puso en marcha la Clínica de Atención Integral para las Adicciones (CLIA), la cual, en una primera etapa, atenderá a la comunidad universitaria de entre los 12 y los 30 años, a través de la implementación de un método que pretende cambiar el paradigma de la atención que se brinda en el campo del consumo de sustancias.

“Queremos ofrecer alternativas diseñadas para responder a las necesidades de los universitarios, buscando generar un cambio en el cuidado de la salud mental que les permita continuar desarrollando sus actividades de manera satisfactoria. Además, pretendemos que ya no persista el estigma que envuelve a los usuarios cuando buscan atención; en ello, tenemos que participar como comunidad percibiendo el consumo como una problemática de salud que requiere atención”, manifestó la doctora Silvia Ortiz León, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la FM, quien junto con los doctores José Mendoza Velásquez y Ana Carolina Rodríguez Machain, coordina las actividades de la CLIA.

El programa fue creado para la comunidad de la UNAM, es único en la atención del consumo de sustancias en nuestro país y en un contexto universitario. Consiste en el uso de herramientas propuestas por la Organización Mundial de la Salud para la detección y la atención del consumo de sustancias con un modelo que permite comprender los procesos mediante los cuales las personas cambian su conducta, en conjunto con la atención psiquiátrica pertinente en las diversas problemáticas de salud mental asociadas al consumo, como la depresión, la ansiedad o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

De manera integral se proporciona una intervención psicoterapéutica conductual contextual, misma que es denominada como terapia de tercera generación y ayuda a analizar e identificar conductas problemáticas y, a su vez, desarrollar alternativas más adaptativas que les permita a las personas interactuar con los factores de riesgo presentes para el consumo, en lugar de evitarlos, y que éstos no obstaculicen su desarrollo tanto personal como profesional.

Parte del modelo es proporcionar el acompañamiento de una trabajadora social psiquiátrica en todo momento, que apoya en la generación de redes que puedan ser de utilidad para el universitario, explicó la doctora Ortiz León.

Un elemento fundamental en el modelo implementa-do es ayudar al solicitante de atención e impulsar, a través de conductas saludables y promoción directa, a partir de su propia experiencia, la importancia del cuidado de la salud mental, de la disminución en el consumo de sustancias o de la búsqueda de estrategias para reducir la problemática que se asocia al consumo. “Es un modelo que se caracteriza porque todos los participantes, profesionales y pacientes, trabajen en equipo a favor del cambio”, indicó.

En esta primera etapa, la nueva Clínica cuenta con dos equipos integrados, cada uno, por personal joven y experto: un psiquiatra con alta especialidad en manejo de adicciones, un psicólogo formado en psicoterapia contextual-conductual y una trabajadora social psiquiátrica, quienes proporcionan el servicio de lunes a viernes, de las 10 a las 18 horas.

Los interesados pueden acudir a la CLIA, ubicada frente a la FM, y agendar una cita presentando su credencial de la UNAM. La cuota de recuperación es de 50 pesos por consulta.

Lili Wences