La depresión y la ansiedad son trastornos del estado de ánimo/angustia que afectan al individuo en múltiples áreas de su vida, causándole sufrimiento, por lo que es importante que quien crea que los padece acuda con un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico temprano, recomendó el doctor Ignacio Ruiz López, psiquiatra del Hospital Ángeles del Pedregal.

En la cuarta sesión de preguntas y respuestas del foro “Todo lo que siempre quisiste saber y no te atrevías a preguntar”, organizado por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, explicó que la depresión es un trastorno en el que predomina un estado de tristeza, falta de placer y desmotivación a lo largo del día, que puede durar más de dos semanas consecutivas.

“Tiene repercusiones en la cognición, como enlentecimiento del pensamiento, alteración en la memoria, dificultad para tomar decisiones, ideas de culpa y, cuando es grave, ideas de muerte y de suicidio; además, provoca aislamiento social, ostracismo y alteraciones en el ciclo de sueño-vigilia (insomnio o hipersomnio), cambios en el apetito, así como disminución de la libido”, refirió el experto.

En tanto, la ansiedad puede manifestarse «como un miedo a algo no claramente definido o una gran inquietud mental”, sentimiento que se acompaña de sensaciones físicas extremas (sudoración, taquicardia o sensación de falta de aire) y que también puede presentarse en pacientes deprimidos.

El origen de estos padecimientos es multifactorial. Existe un terreno genético que fragiliza y da una desregulación bioquímica cerebral (factor biológico) y circunstancias detonadoras, que pueden ser orgánicas, como un problema endocrinológico o una infección viral, o bien, externas, como la muerte de un ser querido, un divorcio o la pérdida de un trabajo (factor psicológico y social).

En ocasiones la irritabilidad, sobre todo en gente joven, la anhedonia (pérdida de la sensación de placer), el simple cansancio o “flojera”, el ser calificado como ‘hipocondriaco’ o histérico, pueden ser causados por estos trastornos, cuya probabilidad de padecerlos es dos veces mayor para las mujeres durante el periodo de la vida reproductiva y afectan al 10 por ciento de la población mundial, señaló el especialista.

“El tratamiento se fundamenta en el diagnóstico correcto (corrigiendo las causas orgánicas si están presentes), administrando fármacos antidepresivos o ansiolíticos, y aplicando psicoterapia (la más aceptada es la cognitivo-conductual)”, precisó el doctor Ruiz López al aclarar que “lo más alejado de la realidad es creer que es un problema de falta de carácter o de voluntad”.

Asimismo, resaltó la importancia de promover actividades sociales, programas de educación y ejercicio, orientados principalmente a los niños y a los adultos mayores, para prevenir la problemática, así como de divulgar las características de estos trastornos, a fin de que la población tenga acceso oportuno a profesionales de la salud que sepan diagnosticar el problema cuando está en sus primeras etapas y dirigirlos a tiempo con el psiquiatra, quien podrá tratar los casos moderados y severos.

Lili Wences