¿Nuestro sistema inmunológico puede usarse para atacar las células cancerosas? Esta pregunta ha rondado por varias décadas en laboratorios, hospitales y centros de investigación en todo el mundo, y ha originado estudios como los del estadounidense James Allison y el japonés Tasuku Honjo, quienes ganaron en forma paralela el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2018.
De acuerdo con un comunicado del Instituto Karolinska de Estocolmo, el jurado ha conferido el Premio a estos dos científicos por “su descubrimiento de la terapia contra el cáncer mediante la inhibición de la regulación inmune negativa”.
La Organización Mundial de la Salud estima que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, y se caracteriza por la proliferación descontrolada de células anormales que se diseminan por tejidos y órganos sanos. El sistema linfático no las ataca porque proteínas como la CTLA-4 o la PD-1 lo impiden al funcionar como una barrera entre el sistema inmunológico y las células cancerosas.
Precisamente las investigaciones de los doctores galardonados eliminan esa barrera y permiten que los linfocitos T ataquen los tumores. El doctor James Allison comenzó a estudiar la proteína CTLA-4, en los noventas, y sus resultados se consolidaron dentro de los compuestos que integran ipilimumab, el primer medicamento oncológico contra el melanoma metastásico, aprobado en 2011.
La investigación realizada por el doctor Tasuku Honjo, se centra en el estudio de la proteína PD-1 y, de acuerdo con la Asamblea del Nobel, ha permitido crear tratamientos efectivos contra el cáncer de pulmón, renal, de piel y linfoma.
Samedi Aguirre