Del 21 al 23 de noviembre, la Facultad de Medicina de la UNAM realiza el “1er Congreso Nacional Universitario de Profesores y Médicos Residentes de Medicina Familiar”, el cual tiene como objetivo fortalecer el espíritu de unidad y pertenencia de los residentes, así como ser una vía para la actualización y la educación continua en la materia.

El doctor Germán Fajardo Dolci, director de esta dependencia, consideró que el evento académico también es de reflexión para considerar a la Medicina Familiar como el camino que debe seguirse en la atención primaria en el país.

Resaltó que se debe continuar trabajando en la investigación sobre el tema, pues sólo conjuntando las tres vocaciones de la Medicina (la clínica, la enseñanza y la investigación) con el interés nacional, “tendremos entonces la Medicina Familiar que queremos y que la población se merece”.

En su oportunidad, el doctor Juan José Mazón Ramírez, jefe de la Subdivisión de Medicina Familiar de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad, mencionó que la realización del evento busca mejorar la comunicación entre residentes, profesores, instituciones de salud y la Universidad.

“No he escuchado a alguien, tomador de decisiones, que no diga que la Medicina Familiar es el pilar, el sustento y la base del sistema nacional de salud, Con este Congreso, en el que todos unamos esfuerzos, demostremos que efectivamente los médicos familiares somos la fortaleza del sistema de salud”, afirmó.

¿Cómo debe ser un médico familiar?

En representación del doctor José Narro Robles, secretario de Salud, el doctor José Meljem Moctezuma, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, destacó que el papel del médico familiar es muy valioso: “Tiene la oportunidad de constituirse como un líder capaz de promover transformaciones de los hábitos de las personas. Su influencia puede extenderse más allá del campo médico; a pesar de las limitaciones científicas y tecnológicas es capaz de resolver la mayoría de los problemas de salud de la comunidad. La visión del médico familiar es integral, no sólo sobre el paciente, sino sobre todos los integrantes del núcleo familiar”.

El doctor Meljem Moctezuma consideró que la Medicina Familiar se constituye en el instrumento para enfrentar el desafío que representa el acceso efectivo a la atención primaria, frenar la demanda de servicios de especialización, así como contener los altos costos de la atención en el segundo y tercer nivel.

“Tienen la gran responsabilidad de conducirse con alto grado de humanismo ético, compromiso con los pacientes y con la actualización constante de sus conocimientos; tienen una función social y humana que cumplir, así como un enorme compromiso con México”, expresó a los residentes reunidos en el auditorio “Doctor Raoul Fournier Villada”.

 Retos de la Medicina Familiar

La doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dio a conocer que éste y la Universidad han trabajado de la mano para analizar las funciones y las competencias que el médico familiar debe adquirir.

“Ya hemos avanzado, el nuevo modelo preventivo que el IMSS puso en marcha en 2017 es una excelente oportunidad para replantear el papel del médico familiar dentro del modelo de atención institucional. Otros cambios habrán de venir en el futuro, como los nuevos modelos de formación de especialistas que el doctor Fajardo Dolci planteó como parte de su Plan de Trabajo, o el otorgamiento de nuevas funciones en el seguimiento, control y prescripción de pacientes con patologías clínicas al personal de Enfermería, como se hace en otros países con muy buenos resultados”.

Consideró que es tarea de todos cambiar de un modelo de atención al daño y rehabilitación a uno preventivo, en el cual el médico familiar tiene un papel fundamental: “Debe ser el primer médico que un paciente llega a consultar, que lo escuche, lo conozca, lo oriente y lo acompañe; debe ser un médico constantemente actualizado y que con su experiencia aporte un nuevo conocimiento a la disciplina; debe ser un médico de personas y no de enfermedades específicas, uno que cuida la salud física, mental y emocional de las familias a su cargo; debe ser un modelo a seguir por los nuevos médicos en formación. Sean ese médico que la sociedad necesita, contagien su pasión y sean el motor de salud que el sistema médico merece”.

Al hablar sobre los resultados de Medicina Familiar en el IMSS, informó que todos los días en éste se dan 375 mil consultas, 110 mil atenciones preventivas integradas, 108 mil mediciones de peso y talla, 133 mil aplicaciones de vacunas y 70 mil entregas informadas de condones, además, 12 mil detecciones de cáncer cervicouterino, 25 mil de cáncer de mama, 50 mil de diabetes mellitus, 50 mil de hipertensión arterial y 2 mil de tuberculosis pulmonar.

La doctora Sepúlveda Vildósola señaló que uno de los principales retos es reinventar el sistema nacional de salud y el papel del médico familiar y general como proveedor de servicios de salud con un enfoque preventivo. Del mismo modo, dijo, se requiere fortalecer la capacitación continua del médico familiar no sólo en su área, sino en derechos humanos, Epidemiología, Estadística, calidad, investigación, docencia y humanismo.

Reflexionó que debe actualizarse el Programa Universitario de Especializaciones Médicas de la UNAM, con base en las funciones reales de los médicos familiares en el sistema de salud, los cambios en las condiciones demográficas, las necesidades de salud derivadas de los nuevos determinantes sociales, los avances en la tecnología y en la organización, entre otros.

“Debe haber cambio en el sistema de evaluación, mayor acompañamiento de las autoridades educativas y nuevos modelos de formación de alumnos”, mencionó al señalar que los retos para el IMSS son fortalecer la Medicina Familiar y dar una atención integral con enfoque preventivo.

Medicina Familiar, principal herramienta de la atención primaria

El doctor Manuel Urbina Fuentes, coordinador del Comité para el Estudio de los Determinantes Sociales de la Salud de la Academia Nacional de Medicina de México, explicó que además de la edad, el sexo y la carga genética de cada individuo, los factores socioeconómicos, culturales y ambientales son los que en conjunto dan los escenarios favorables o no para lograr una salud óptima.

En este sentido, el especialista manifiesta que la Medicina Familiar juega un papel fundamental, pues “el hogar, es el lugar donde nacemos e inician estas condiciones naturales y sociales”, convirtiendo a esta especialidad médica en la principal herramienta de la atención primaria.

Además precisó que la salud como resultado de esos determinantes básicos y de la atención recibida, se vincula con los derechos humanos, entre ellos el derecho a la salud, y a su vez éstos con el desarrollo de políticas públicas, mismas que deben considerar a los determinantes sociales de las inequidades en salud.

Agregó, que los prestadores de servicios médicos no solo deben prescribir sino también ser un ejemplo de cómo llevar estilos de vida saludable que promuevan la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.

Finalmente, recalcó que “es necesario cambiar la atención basada en el volumen, a la atención basada en el valor”, lo cual implica evaluar los indicadores de resultados en salud tanto de la calidad en la atención de los pacientes como la gestión de las instituciones, que en conjunto propicien una mejora en la salud de la población, en la experiencia de los usuarios de los servicios clínicos y reducir los costos per cápita de la atención médica.

Diagnóstico temprano en cáncer, más allá de la prevención

“No todo es prevención, tenemos que hacer cosas en otras dimensiones”, alertó la doctora Karla Unger Saldaña, investigadora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en el Instituto Nacional de Cancerología, pues explicó que no todos los cánceres son prevenibles y la mayoría de ellos se presentan con síntomas.

La especialista comentó que en México no existe un plan de acción nacional para el diagnóstico temprano de cáncer, y precisó que la prevención no es lo mismo que el tamizaje, el cual consiste en la realización periódica de pruebas de gabinete.

Con base en estadísticas internacionales y en una investigación propia, la doctora Unger Saldaña expuso que con la realización de estudios periódicos, como mastografías o citología vaginal, se logran detectar menos casos de cáncer que con la sintomatología, por lo cual urgió a los médicos familiares a poner mucha atención en los pacientes. “El médico de primer impacto es el portero”, aseguró.

Detalló, que la forma en la que se está abordando el cáncer en nuestro país no es eficiente, ya que el tamizaje muchas veces no se aprovecha, ya que entre su realización, su interpretación, el diagnóstico y el tratamiento existe un gran periodo de tiempo que resulta contraproducente y que no atiende las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la cual advierte que antes de realizar estudios de tamizaje se debe garantizar el acceso al diagnóstico y al tratamiento.

En este sentido, señaló que los pasos esenciales para el diagnóstico temprano son la concientización de la población, el acceso a tratamientos de calidad y la evaluación diagnóstica, lo cual implica fortalecer la formación del personal de salud para lograr diagnósticos certeros.

Lili Wences y Samedi Aguirre