Creativos, productivos y comprometidos con la sociedad. Así son los alumnos de la Licenciatura de Médico Cirujano que recibieron el Premio al Servicio Social “Doctor Gustavo Baz Prada”.

Este reconocimiento lo otorga la UNAM a los alumnos que se hayan distinguido por su participación en programas que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de la población menos favorecida, apoyando al desarrollo económico, social y educativo del país. Los médicos que fueron condecorados con la medalla por sus méritos son:

Maribel del Carmen Contreras Herrera, Mayra Estrada Serrano, Nancy González Vieyra, Ana Karen Vázquez Velázquez, Ezequiel Zaragoza Juárez, Brenda Guadalupe Mateos Martínez, Arcinueth del Carmen Pérez Flores, Grizel Judith Rodríguez Páez, Sandra Serna Pacheco y Yenny Lizett Velázquez Roldán en la modalidad de Campos Clínicos Rurales o Urbanos Marginados.

Por su parte, Geovanna Alva Medina, Abril Carbajal García, Lucía Daniela García Montes, Claudia Madrigal Esquivel, Oscar Trujillo Reyes, Mariana Mendieta Irala y Raida Karina Valencia Segura, obtuvieron el reconocimiento en la modalidad de Investigación.

Los ganadores de la modalidad de Programas Universitarios fueron Olivia Aquino Osorio, Judith Balderas Ortega, Rosalinda Téllez Rosado, Omar Yaxmehen Bello Chavolla, María Fernanda Cárdenas de la Garza, Brenda Campos Reyes, Luis Rodrigo Rubio Garduño, Dan Jeerebai Castro Solórzano, Pamela Soltero Rosas, Orlando Cerón Solís, Lucero del Carmen Solares Parada, Alonso Saharahui De Jesús Luis, Sergio Ordoñez Velázquez, Montserrat Ariadna del Castillo Rodríguez, Guadalupe Viridiana Jardines Ayala, María Guadalupe Lozada Arenas, Lillian Rendón Zarco, Alejandra Stephanie Torres Chan, Josefina Serrano Pérez, José Carlos Torres Ayala y Marco Aurelio Tapia Maltos.

Mientras que Erika Barlandas Quintana, Itzel Gómez Luna, Víctor Arturo Ramírez Ruiz, Luis Eduardo Ugalde Pacheco, Stephanie Michell Laguna Palacios, José Antonio López Torres, Cynthia Martínez Cabrera, Paola López Pérez, Wendy Pardo Ramírez y Noé Pérez Carrillo ganaron en la modalidad de Vinculación.

Durante la ceremonia, el doctor Leonardo Lomelí Vanegas, secretario General de la UNAM, reconoció que se trata de uno de los premios más importantes que otorga la Universidad y felicitó a los 225 acreedores a esta medalla, 48 de los cuales estudiaron Medicina en la Facultad. “Quiero felicitar en nombre mío y del rector Enrique Graue, a todos los estudiantes galardonados por su esfuerzo y dedicación con el que ponen en alto el nombre de la UNAM, extiendo también la felicitación a los 115 asesores y supervisores que acompañaron en el desarrollo del programa de Servicio Social a los ganadores”.

Mencionó que “el Servicio Social crea espacios donde se pueden desarrollar acciones conjuntas, relaciones confiables, redes de confianza y valores; todo ello es clave para el desarrollo de una sociedad incluyente y verdaderamente democrática”.

El doctor Germán Álvarez Díaz de León, director General de Orientación y Atención Educativa de la UNAM, recordó que la implementación del Servicio Social en la UNAM y posteriormente en todas las instancias de educación superior, se debe al ejemplo e iniciativa del doctor Gustavo Baz Prada, quien como director de la Facultad de Medicina, lo propuso al entonces rector, Luis Chico Goerne.

Refirió que se calcula que durante los últimos 82 años en los que se ha implementado esta práctica, un millón de estudiantes de la UNAM la han realizado, “la cual constituye una experiencia de la teoría con la práctica y un enriquecimiento de su formación profesional y humana”.

Durante la premiación también estuvieron presentes el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina, y Patricia Elena Baz Gutiérrez, nieta de Gustavo Baz Prada, además de los coordinadores académicos de diversas áreas de la UNAM.

Historias dignas de medallas

Como parte de su Servicio Social, Arcinueth del Carmen Pérez Flores y Brenda Guadalupe Mateos Martínez trabajaron en una comunidad de la montaña alta de Guerrero, en donde prestaron sus servicios médicos en una clínica de la Secretaría de Salud.

Ellas fueron las encargadas de censar, investigar sobre la historia de la comunidad, actualizar los datos poblacionales y atender clínicamente a quienes lo necesitaban; además impartieron talleres y emprendieron las gestiones para obtener algunos de los muchos recursos médicos con los que no contaban. Por ello, fueron reconocidas con el Premio al Servicio Social “Doctor Gustavo Baz Prada” en la modalidad de Campos Clínicos Rurales o Urbanos Marginados.

En palabras de Brenda el recibir la Medalla “es el reconocimiento de que hicimos grandes cambios en esas comunidades”. Por ello, invitó a sus compañeros a prestar su Servicio Social en alguna zona rural, pues “aprendes muchísimo de la gente, a valorar las cosas, lo que es la Medicina y cómo funciona el sistema de salud”.

Para Arcinueth del Carmen esta presea simboliza un reconocimiento a todo tu esfuerzo, el cual incluyó la lucha contra las muertes por picadura de alacrán. Ella aseguró que los médicos que atienden a las comunidades rurales realmente están ayudando a alguien que valorará todo su esfuerzo.

Otros de los médicos condecorados fueron Luis Eduardo Ugalde Pacheco, Itzel Gómez Luna y Víctor Arturo Ramírez Ruiz, quienes ganaron en la modalidad de Vinculación gracias a su trabajo en el programa de cuidados paliativos en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan).

Sus esfuerzos se centraron en dar una atención integral a pacientes en etapa terminal y romper las barreras que las distancias físicas o los recursos económicos les imponían.

“Lo que nosotros hacíamos con las personas que no podían llegar al INCan por la distancia o porque no tenían dinero, era contactarlas por medio de llamadas, chats, o videollamadas para intentar apoyarlos a la distancia a ellos y a sus familiares”, relata  Itzel, quien también asegura que durante su Servicio aprendió “a ver hasta dónde estoy ayudando a mi paciente con los tratamientos y hasta qué punto le hago más daño, para que como médico pueda empezar a tomar decisiones con el objetivo de mejorar su calidad de vida”.

“Siempre hay algo que hacer, y los cuidados paliativos te permiten dejar de ver a los pacientes como un cuerpo y los empiezas a ver como una persona  en todos los aspectos, incluyendo su familia, casa, recursos económicos etcétera, lo cual es importante para dar ese extra que no toda la Medicina tiene”, asegura Luis Eduardo.

Para Víctor, quien junto con sus compañeros se encargó de atender las necesidades físicas, emocionales y espirituales de sus pacientes, reconoce que su mayor aprendizaje se centra en la interacción con el paciente: “Creo que el Servicio Social nos permitió tener ese tacto que tanta falta les hace a los médicos en México”, y recordó la frase que marcó su labor mientras prestaba sus servicios: “si puedes curar, cura; si no puedes curar, alivia; si no puedes aliviar, consuela”.

Samedi Aguirre