La lucha contra la desnutrición y el hambre a nivel nacional y mundial es una causa de suma importancia. De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en México uno de cada ocho niñas y niños menores de cinco años presenta talla baja para su edad, debido a la falta de una dieta suficiente, variada y nutritiva; lo cual también se asocia a más de la mitad de las muertes de niñas y niños en todo el mundo, por esta razón la Organización Mundial de la Salud ha establecido como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 la meta de «Hambre Cero».

En este contexto, el Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS) invitó a la comunidad universitaria a participar en su Jornada por una Alimentación Sostenible, bajo el lema «UNAMonos por el Hambre Cero 2023», la cual tuvo lugar el pasado 22 de septiembre en Las Islas, y su objetivo principal fue brindar apoyo a quienes padecen hambre en nuestra sociedad.

La Facultad de Medicina se sumó activamente a esta noble iniciativa al organizar, a través de la Coordinación de Servicios a la Comunidad, una colecta de alimentos los días 20 y 21 de septiembre en la explanada roja de las tienditas.

Los miembros de la comunidad respondieron contribuyendo de manera significativa a esta causa humanitaria con la donación de 16 kilos de arroz, 16 kilos de frijoles, un kilo de lentejas, 10 latas de verduras, cuatro latas de atún, tres bolsas de sopa instantánea, una bolsa de pasta y un litro de aceite, que fueron entregados al PUAS.

Fotografías: Carlos Díaz

Este gesto solidario por parte de la Facultad de Medicina refleja el compromiso de la comunidad universitaria con la lucha contra el hambre y la promoción de una alimentación sostenible.

Además, demuestra la importancia de combinar la formación académica con un compromiso profundo hacia el bienestar de la comunidad para formar profesionales conscientes y solidarios. Asimismo, fortalece la empatía y la comprensión de las desigualdades a las que se enfrentan los pacientes en situaciones vulnerables.

Por Luisa Vera